MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El director norteamericano Bob Wilson ha diseñado para los escenarios la vida de la artista serbia Marina Abramovic, una producción que podrá verse en el Teatro Real de Madrid a partir de este miércoles 11 de abril y que cuenta con las actuaciones principales de la propia artista, el actor Willem Dafoe y el cantante Antony.
'Vida y muerte de Marina Abramovic' es el título de este espectáculo que el director artístico del coliseo madrileño, Gerard Mortier, ha calificado hoy de "gran ópera" añadiendo que la historia de este género "necesita obras que están cambiando".
Wilson es de la misma opinión y considera que esta producción es "muy apropiada" para un teatro de la ópera como el Real "ya que incluye todo (danza, canto, pintura, arquitectura)". "La ópera no es sólo algo que escuchamos o vemos sino que mueve todos nuestros sentidos", ha apostillado.
A la hora de explicar cómo ha construido esta obra, Bob Wilson se remonta a sus primeros encuentros con Abramovic, en la década de los 70, a raíz de un proyecto de la artista denominado 'El arte contra la ilusión' que le dio que pensar en la manera de tratar esa ilusión.
Tiempo después Marina Abramovic, bien conocida por sus proyectos innovadores y vanguardistas, le preguntó si querría dirigir una obra sobre su vida y sobre su funeral también. Un momento único que ella tiene pensado desarrollar simultáneamente en Belgrado, Amsterdam y Nueva York (lugares donde ha transcurrido su vida) y con tres cuerpos de los que solo uno, obviamente, será el auténtico, aunque nadie lo sabrá.
En este primer trabajo con Wilson que recopila la vida de Abramovic, el director norteamericano dice ser sólo el encargado de "dar forma" y "diseñar un edificio en el que el grupo de personas que lo habitan le dan su personalidad". "Todos hacen la totalidad y la unidad", apunta.
TEXTO OSCURO
Wilson es consciente de que este espectáculo es diferente a otros que ha realizado. "Es algo para ver, escuchar y experimentar. Una obra poética, llena de sentido que no tiene por qué tener un mensaje, lo que a su vez no quiere decir que no haya muchas cosas sobre las que reflexionar. La vida de Marina Abramovic es muy diferente otras y la cuestión es hacerla entendible para el público", explica.
Asimismo, el director resalta la dureza y "oscuridad" que parece haber en los textos de la artista a los que tanto Dafoe como Antony ponen un contrapunto de profundidad y luminosidad.
El reto ha sido también para la propia artista serbia ya que a diferencia de sus performances ahora le toca estar en un escenario encarnando a su madre. "No soy actriz pero entendí lo que es serlo cuando me puse en el papel de mi madre", asegura afirmando que el teatro es "otra dimensión".
Lo más difícil para ella ha sido "pronunciar el texto" pero la experiencia de Willem Dafoe en este terreno le ha ayudado mucho. El actor interpreta el papel del narrador y se mete en la piel del padre, el amante, el marido, etc de la artista. "Él es ellos de verdad y la música de Antony no es un complemento más de la obra sino otro elemento de su construcción", asegura. Por encima de todo, para Abramovic lo esencial es cómo Bob Wilson "ha reunido los elementos de su biografía y los ha hecho universales".
"PERDERTE PARA ENCONTRARTE"
Por su parte Willem Dafoe ha valorado el hecho de estar artistas tan diversos en un proyecto común. Su contribución al mismo ha sido la de "facilitador". "El objetivo era perderte a ti mismo para encontrarte".
Asimismo, el actor ha elogiado el "lenguaje depurado" de Wilson ("a veces se puede revelar más a través de la artificialidad que de la realidad", dice) y la "música tan bonita" creada por Antony.
El cantante de Antony and the Johnsons se ha definido como un "músico de folk apasionado por la melodía" pero que no conoce en profundidad lo clásico. Su amigo Lou Reed le dio la clave para abordar este espectáculo diciéndole que lo hiciese "muy personal". Junto a él figura en la composición de la música del espectáculo William Basinski y en escena intervienen además otros músicos que ponen la percusión, la electrónica o el piano.
Sobre la posibilidad de que el espectáculo pueda verse en Nueva York (ya se estrenó en el Reino Unido), Bob Wilson ha señalado que no se verá ahí y ha aprovechado para criticar el carácter "conservador" del teatro neoyorquino que, en su opinión, "está desconectado de todo lo que ocurre en otras partes del mundo".
