Una exposición recuerda a Pío Baroja, "defensor de la libertad y el individualismo" en el 50 aniversario de su muerte

Actualizado: miércoles, 13 septiembre 2006 18:24


MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

Con motivo del 50 aniversario de la muerte de Pío Baroja, el Ministerio de Cultura, a través de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, y el Ayuntamiento de Madrid, rinden tributo al escritor inscrito dentro de la denominada Edad Plata con la exposición 'Memoria de Pío Baroja'. Manuscritos, retratos familiares o una recreación de su biblioteca en Itzea están en la muestra que recorre la vida y la obra del escritor. En la exposición, además, se proyectan dos documentales inéditos, de su sobrino Pío Caro Baroja, donde Don Pío habla, entre otros temas, de Benito Pérez Galdós.

La exposición, que inaugurarán mañana por la tarde los Duques de Lugo, acompañados de la ministra de Cultura, Carmen Calvo, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, es un recorrido histórico y sentimental por la vida de Pío Baroja (San Sebastián, 1872- Madrid, 1956), su obra y familia, a través de cuadros, fotografías y manuscritos del "legado inestimable" de la familia Baroja. La muestra permanecerá abierta al público en el Museo de la Ciudad de Madrid hasta el próximo 3 de diciembre.

Dividida en seis apartados (uno para la familia, la infancia y la juventud; otro sobre su creación literaria de finales del siglo XIX y principios del XX; otro apartado dedicado a la tierra vasca y el mar; una más sobre la novela histórica; además de sendos apartados sobre la República y la Guerra Civil y su regreso a España del exilio), la exposición incluye, como más novedoso, manuscritos corregidos de puño y letra por don Pío, donde contemplar "su meticulosidad", además de fotografías inéditas familiares junto a sus padres y hermanos o la recreación fotográfica de una parte de su biblioteca en Itzea.

Como explicó hoy su sobrino, Pío Caro Baroja durante una visita guiada con los medios de comunicación, destacan, sobre todo, los "recuerdos sentimentales". La muestra también cuenta con la proyección de tres películas de Caro Baroja: dos documentales en los que sale don Pío, por ejemplo, hablando de Galdós; y otra cinta basada en un cuento del escritor.

"ENORME CORAZÓN SENTIMENTAL"

Caro Baroja, quien definió a su tío como un "hombre que ha defendido la libertad y el individualismo, fiel a sus ideas hasta la muerte y crítico gracias a esa independencia", recordó como hace ahora 50 años se reunieron en el Ateneo de México numerosos intelectuales para recordar a su tío. Entonces el mexicano Alfonso Reyes decía de don Pío que era un hombre "honrado y sincero"; mientras que, por ejemplo, León Felipe, le hermanaba con Cervantes o Quevedo y subrayaba su "enorme corazón sentimental".

El sobrino del autor de obras como 'El laberinto de las sirenas', 'La dama errante' o 'Zalacaín el aventurero' recordó la vinculación de su tío con la ciudad de Madrid, donde escribió novelas y cuentos como 'Las noches del Buen Retiro', "una novela romántica y de recuerdo", o 'La busca' obra fundamental del escritor vasco, que al igual que 'El árbol de la Ciencia' ha vendido más de un millón de ejemplares.

MUCHOS TÓPICOS SOBRE SU MAL HUMOR

Respecto al término 'barojiano', Caro Baroja destacó que encierra conceptos como "criterio de libertad; un sentido crítico que a algunos fastidia, sin ideologías políticas; anticlericalismo e individualismo". Además, desmintió el mal carácter que muchos atribuían a su tío. "Existen muchos tópicos sobre su mal humor, pero fue un hombre amable, cariñoso y, como médico, es el que cuidaba de la familia", recordó.

Durante el recorrido, Caro Baroja contó diferentes anécdotas sobre las piezas que se exponen en la muestra, comisariada por Joaquín Puig de la Bellacasa. Por ejemplo, el cuadro 'Mañana de invierno', una estampa clásica del Madrid de la época "que tiene un costurón" de un bombardeo; un retrato de Azorín, adquirido en una subasta en la que "nadie pujó" por él; o una fotografía en la que aparece Baroja escribiendo con los puños de su abrigo desgastados. "Como dijo Larra, en España escribir era llorar", señaló.