La obra 'Barroco' de Tomaz Pandur une la danza y el teatro en un "espectáculo mágico"

Actualizado: viernes, 7 septiembre 2007 17:06


MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

La obra 'Barroco' de Tomaz Pandur une la danza y el teatro en un "espectáculo mágico", según destacó hoy la actriz Blanca Portillo, que protagoniza el montaje. La obra podrá verse del 12 de septiembre al 21 de octubre en la sala Guirau del Centro Cultural de la Villa, que este año celebra su 30 aniversario. Además de la actriz, los actores Asier Etxeandía y Chema León completan el reparto, y Nacho Duato dirige la coreografía de la escena.

El texto, escrito por Pandur y Darko Lukic, está basado en 'Las amistades peligrosas' de C. de Laclos, y en el 'Cuarteto' de H. Muller, y se escribió "pensando en que Blanca sería la protagonista", señaló el director. 'Barroco' es una "magnífica historia de amor", en la que "se aprecia una gran química entre los protagonistas", señaló Pandur.

En 'Barroco', Portillo interpreta a la Marquesa de Merteuil, Etxeandía se mete en el papel del Vizconde de Valmont, y León representa a El navegante. "No interpretan a los personajes, ellos son los personajes", indicó Pandur al referirse al poder de mimetismo de los actores que han conseguido "ser y sentir".

UNA OBRA DE ARTE

Para Etxeandía, la obra reúne todos los componentes para que en lugar de una obra de teatro, el resultado sea "una obra de arte". En la misma línea, Portillo destacó que "Tomaz ha hecho una comida en la que todos los ingredientes son sublimes".

El argumento de la obra parte del conflicto histérico entre hombre y mujer como dos lados de la misma indiferencia, y de cómo se devoran el uno al otro. En concreto, "la marquesa se pierde en los ojos del Vizconde", señaló Portillo quien reconoció estar "enamorada del proyecto". Asimismo, la narración recrea un viaje por el escenario de la Revolución Francesa y plantea un trayecto hasta un bunker tras la Tercera Guerra Mundial.

"Busco crear un teatro desde las diferencias", apuntó Pandur al referirse a que escoge, para la escenografía y vestuario, a profesionales que sean expertos en su campo. Para el diseño de la escena, el director ha seleccionado al grupo Numen, que ha preparado un decorado que representa la prisión en la que habitan los personajes y su incapacidad para la comunicación. Para el vestuario, la encargada es Angelina Atlagic, quien plantea un viaje a la mitad del siglo XVIII para las escenas centradas en Francia, y trajes contemporáneos para los momentos centrados en la guerra del siglo XXI.

MÚSICA Y DANZA

La música juega un papel determinante en el montaje, ya que al texto que interpretan los actores, se le une la danza que, bajo la batuta del encargado de la coreografía del espectáculo, Nacho Duato, protagoniza algunos compases de la obra. Además, destaca la presencia de una melodía sugerente, compuesta especialmente para el espectáculo a cargo del grupo Silence.

"Nacho esculpe el tiempo", destacó Pandur al explicar cómo alecciona el coreógrafo a los actores en cada ensayo. Además, insistió en la idea de "la constante inspiración" por parte del Director Artístico de la Compañía Nacional de Danza, a la hora de crear un baile atractivo, que le confiere "un lenguaje nuevo" a la obra.

Con respecto a la música, se han combinado fragmentos de melodías barrocas con elementos pertenecientes a diferentes épocas y culturas, con esencias de músicos tan dispares como Handel, Albiloni, Vangelis o Sakamoto. La Orquesta Escuela Sinfónica de Madrid ha sido la encargada de grabarla para el montaje.