BARCELONA, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El escritor madrileño Lorenzo Silva ha ganado este lunes el LXI Premio Planeta con 'La marca del meridiano', una novela sobre un hombre de Madrid que debe investigar un caso en Barcelona, argumento que ha aprovechado para defender que no haya ninguna raya entre ambas ciudades, más allá de la línea imaginaria de Greenwich.
Silva ha agradecido el premio en catalán y ha dicho: "Mi deseo es que entre mi Madrid y mi Barcelona no haya nunca más raya divisoria que este meridiano, que no es más que una línea imaginaria", aunque ha añadido que esto es una democracia y cada uno tiene derecho a su opinión.
El escritor, cuya mujer es catalana, ha comentado que Barcelona siempre ha sido muy generosa con él y que la ciudad, donde ya ganó el Premio Nadal, es un personaje más de la novela.
Ha destacado que comparte con el personaje del libro haber vivido en Madrid --su ciudad natal-- y en la provincia de Barcelona, los dos lugares donde el escritor vive desde hace cuatro años.
En la rueda de prensa posterior a la proclamación del ganador, ha destacado que son dos lugares con matices y, a la vez, con muchísimos elementos en común, pero ha lamentado que finalmente se imponen "los matices".
Sobre su personaje principal, ha evocado una frase de la novela, en la que dice que "volar puentes llena muchas más portadas que tenderlos".
"VIVIRNOS MÁS"
"Nos falta vivirnos más los unos a los otros, y visitarnos menos", ha añadido para defender que es mejor conocerse mejor que limitarse a las visitas mutuas.
También ha destacado que "es difícil tener problemas" en los dos lugares donde vive: un barrio de la comarca barcelonesa del Baix Llobregat y la periferia sur de Madrid.
"Esos problemas no existen allí; son imaginarios", ha dicho sobre el debate del encaje de Catalunya en España.
El escritor Lorenzo Silva ha ganado el Premio Planeta con la novela 'La marca del meridiano', una historia en la que sus habituales protagonistas --los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro-- deben investigar un caso de delincuencia organizada en Barcelona y cooperar con la policía catalana, los Mossos d'Esquadra.
El autor ha explicado en rueda de prensa tras proclamarse ganador en el Palau de Congressos de Catalunya de Barcelona que el crimen es la excusa para indagar "en la crisis moral del país", pero no desde la superioridad, ha apuntado, sino desde la humildad de quien sabe que ha sido copartícipe de ella.
Silva ha repetido en varias ocasiones que confía en que la línea imaginaria que da nombre a su novela, el meridiano de Greenwich, no acabe convirtiéndose en una frontera, y en este sentido ha dicho que la novela plasma los matices y roces que se producen entre catalanes y el resto de españoles.
Por ejemplo, la cabo Chamorro es andaluza y tiene ciertos prejuicios hacia los catalanes, unos prejuicios que Bevilacqua intenta desmontar sin mucho éxito: "Esa frustración yo la tengo cuando estoy en Madrid y cuando estoy en Barcelona", ha confesado el escritor, que divide su vida entre ambas ciudades.
Al margen de las alusiones a la actualidad política, el escritor ha comentado que sus dos personajes fetiche tienen algo de Sherlock Holmes y Watson, pero sobre todo de Quijote y Sancho Panza, porque se mueven entre el idealismo de uno y el pragmatismo del otro, contagiándose mutuamente.
Silva ya ganó el Premio Nadal hace dos años con 'El alquimista impaciente', y sobre la repercusión que pueda tener el Planeta en su vida --además de los 601.000 euros que se embolsará-- ha confiado en que haga posible que sus historias lleguen a un mayor número de lectores.
UNIDOS POR EXTREMODURO
La periodista Mara Torres, presentadora de La 2 Noticias, ha quedado finalista con 'La vida imaginaria', una historia de amor protagonizada por Fortunata Fortuna, una mujer que debe reconstruir su vida después de una ruptura.
Aunque las dos novelas ganadoras no pueden ser de temáticas más diferentes, hay una cosa que las une: Extremoduro, ya que las dos incorporan citas de la banda; la novela de Torres arranca con una de ellas, y Silva ha llegado a decir entre bromas que está preocupado porque el cantante, Robe Iniesta, "empieza a ser demasiado grande".
La periodista de televisión dedica su día a día a narrar la actualidad, y precisamente por eso su novela se mueve en un universo totalmente distinto, el de los sentimientos: "Dedicar algo de tu vida a algún ejercicio que te haga despejar la mente a mi me ha venido bien", ha comentado.
Una de las integrantes del jurado, Ángeles Caso, ha subrayado que la novela de Torres es una sorpresa "maravillosa" y entre sus virtudes ha destacado el logrado equilibrio entre el lenguaje coloquial y el lenguaje más culto y reflexionado.
