MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Cervantes ha acogido este viernes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, un nuevo legado en la Caja de las Letras de la cantante Rosa León, la actriz Marisa Paredes y la escritora Rosa Montero que incluyen piezas como una muñeca de ganchillo, una mascarilla o un disco grabado con Rafael Alberti.
Así, el legado que ha guardado Rosa León en la caja 1.134, acompañada de la directora de Transformación Digital del Instituto, Tíscar Lara, está formado por sus características gafas redondas, con las que aparece en varias portadas de sus discos "porque en aquella España una mujer joven que quería grabar un disco no podía posar con gafas".
También ha legado libros de los tres poetas con los que empezó a poner música a la poesía cuando tenía 14 años, Emilio Prados, Bertol Brecht (disco que nunca grabó) y su amigo Blas de Otero. "Decidí que tenía elegir poetas que dijeran lo que yo quería decir, pero bien dicho", ha remarcado la cantautora.
Por último, ha entregado el disco 'Paloma desesperada' que grabó con Rafael Alberti. "Tuve el gran privilegio de hacer un disco con él. Durante un año estuvimos decidiendo juntos qué canciones iban formar parte del disco", ha concluido Rosa León.
Por su parte, Rosa Montero ha depositado un prolífico legado en la caja 1.149, acompañada de la directora Académica de la institución, Carmen Pastor. Entre sus objetos, cuadernos de notas, una pluma, una muñeca de ganchillo que le hizo una lectora de su personaje de Bruna Husky y una prueba de portada de 'Historia del rey transparente', entre otras curiosidades.
La periodista también ha dejado objetos relacionados con sus "tres libros más raros": una a caja de cartón con la novela 'La ridícula idea de no volver a verte' en pruebas; un cuadernito que se hizo del 'Peligro de estar cuerda' y un abanico promocional de 'La loca de la casa'.
La escritora ha depositado asimismo el libro 'Espejo Roto', de Mercè Rodoreda, traducido al castellano por Pere Gimferrer, lleno de notas de la propia Montero, y una carta de una de las grandes autoras de literatura fantástica del siglo XX, Úrsula K. Le Guin. Con estos últimos legados ha querido "honrar" a dos mujeres que fueron sus "referentes".
Finalmente, Marisa Paredes, acompañada de la subdirectora de Presupuestos y Control de Gestión del Cervantes, Inmaculada Moreno, ha resumido divertida que su legado, que ya guarda la caja 1164, "es una amalgama de cosas, parte fundamental" de su vida.
La actriz ha lucido un colgante de la amnistía de 1976 "para demostrar que ha habido más amnistías en este país" y una chapa de 'No a la tala', en referencia a la tala de árboles en varias zonas de Madrid.
Entre fotos, cartas, programas de mano, cuadernos o una mascarilla -"para que no olvidemos la peste que nos igualó a todos", ha explicado-, Paredes ha destacado entre los objetos legado el cd con la película 'El coronel no tiene quién le escriba', adaptación de la obra de García Márquez dirigida por Arturo Ripstein en 1999, y de la que ha afirmado que el propio autor le comentó que fue "la mejor adaptación que se había hecho nunca" de su libro.
