MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
Editorial "La Esfera de los Libros" presentó hoy en la Casa de
América en Madrid el libro "Reyes que amaron como reinas", del autor
canario Fernando Bruquetas de Castro, quien hace un recorrido por los
homosexuales que gobernaron a lo largo de la historia, desde Julio
César al Duque de Windsor, con ligeras referencias a finales del
siglo XX y comienzos del XXI.
A lo largo del libro, Bruquetas realiza un acercamiento novedoso y
revelador a la historia de la homosexualidad a través de los
personajes más relevantes de la vida pública de todos los tiempos.
Emperadores, reyes, políticos, miembros de la Iglesia o de las
universidades practicaron una sexualidad libre pero víctima de la
simulación y de las contradicciones.
PERSONAJES
Algunos personajes históricos a los que se hace una referencia en el
libro son Aquiles y Patroclo, Alejandro Magno, Julio César, Augusto,
Calígula, Nerón, Adriano, Guillermo II de Inglaterra, Eduardo el
Confesor, Ricardo Corazón de León, Eduardo II de Inglaterra, Enrique
III de Francia, Jacobo I de Inglaterra, Luis XIII de Francia, Felipe
de Orleans, Guillermo III de Inglaterra, Pedro I el Grande, Federico
el Grande de Prusia, Maximiliano de México, Luis II de Baviera,
Guillermo II de Prusia y el Duque de Windsor.
Los personajes españoles que aparecen son, entre otros, Infante Jaime
de Aragón, Juan II de Castilla, Enrique IV de Castilla, Antonio
Pérez, el Conde de Ribagorza, el Conde de Villamediana, Carlos IV de
España, Francisco de Asís de Borbón (marido de Isabel II) y Emilio
Castelar, quien tuvo relaciones, según el autor, con José Lázaro
Galdiano, aunque luego éste se casó. Un hecho citado por Bruquetas es
la posible homosexualidad del rey Felipe IV de España, que pudo
mantener relaciones con el Conde de Villamediana, pero el expediente
sobre su tendencia, que analizó Gregorio Marañón a principio del
siglo XX, posteriormente ha desaparecido.
LIBRO DE HISTORIA
El autor de "Reyes que amaron como reinas" es un libro de historia,
que ha utilizado la documentación existente y, en ningún caso, no ha
descubierto la homosexualidad de alguien que ya se supiera su
tendencia. Todos los personajes retratados ya han muerto, aunque en
el capítulo final se aventuran algunos como los príncipes Enrique de
Dinamarca, Alberto de Mónaco o Eduardo de Inglaterra, sin que apenas
aporte datos.
También hace alusiones a la posible homosexualidad del rey Balduino
de Bélgica y reconoce que éste siempre se arrepintió de lo que hizo
en su etapa joven. La mayor parte de los personajes citados
practicaron la bisexualidad, como Julio César, del que se dice, con
palabras de Curión, "marido de todas las mujeres y mujer de todos los
maridos".
En cuanto a la parte homosexual de estos personajes, Bruquetas señaló
que siempre se ha solapado. Añadió que en algunos períodos
históricos, como los romanos y los griegos, hubo más tolerancia con
las prácticas homosexuales. Resaltó que hoy en día estamos en una
marcha atrás, excepto en algunos países que no especificó. Para este
autor, muchas personas son homofóbicas (luchan contra la
homosexualidad) porque tienen una sexualidad reprimida y eso se nota
especialmente en algunos personajes de la Iglesia.