El Ballet Nacional de España regresa a los Teatros del Canal para homenajear a 'Antonio el Bailarin'

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Antonio Najarro, director del Ballet Nacional de España - BALLET NACIONAL DE ESPAÑA
Actualizado: viernes, 21 julio 2017 10:35

MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -

Tras el éxito del 'Homenaje a Antonio Ruiz Soler' en el Teatro de la Zarzuela en junio de 2016, el Ballet Nacional de España regresa a los Teatros del Canal para presentar 'Antonio el Bailarín', el espectáculo-homenaje a Antonio Ruiz Soler.

Diseñado por el director del BNE, Antonio Najarro, el montaje recupera algunas de sus obras más emblemáticas como 'Ertiaña', 'Zapateado de Sarasate' o 'El Sombrero de Tres Picos'.

Según ha relatado el propio Navarro durante una rueda de prensa para presentar la obra, en el espectáculo confluyen "tres grandes genios" como son Pablo Picasso, Manuel de Falla y Antonio Ruiz Soler.

De esta forma, se han recuperado telones y escenografías originales de la obra de Pablo Picasso para 'El Sombrero de Tres Picos', la música de Manuel de Falla y la figura de Antonio 'el bailarín'.

La intención del homenaje es, en palabras de Najarro, "mostrar lo multidisciplinar que era Antonio el bailarín" y "la gran lucha que hizo por hacer evolucionar la danza española en todos sus sentidos". Además, el homenaje "recoge el repertorio de la danza española" para representar todos los estilos de baile.

Sin embargo, el proceso de adaptación no ha sido fácil pues aunque Antonio Ruiz Soler fue coreógrafo del BNE y adaptó las coreografías al gran formato, según Najarro, "meterse en la piel y la forma de los bailarines de los años 60 es muy complicado", por lo que los bailarines han tenido que trabajar mucho este aspecto.

Por último, sobre la situación de los bailarines del BNE, quienes protestaron el verano pasado y realizaron París, Najarro ha dicho mostrarse "optimista" y afirma que "se está progresando" de cara a "estudiar las necesidades reales de los bailarines del BNE". Destaca, en este sentido, la creación del estatuto del bailarín para "tomar conciencia" de las necesidades, "no sólo de las condiciones de los bailarines sino de la danza en general". Aún así, Najarro ha resaltado que este proceso "requiere tiempo, una evolución muy organizada" y "paciencia".

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