MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director teatral y gestor cultural Carlos Aladro ha empezado esta semana su etapa como nuevo director del Teatro de la Abadía en sustitución de José Luis Gómez, y ha dicho que le gustaría que este "volviera a ser un espacio de la agitación y la reivindicación de la inteligencia del placer y de la acción del pensamiento, un teatro abierto". "Un centro cultural no es solo para entretener, debe ser un espacio para la agitación del espíritu y del alma", ha señalado en rueda de prensa en Madrid.
En este sentido, ha explicado que su nombramiento, anunciado el pasado 19 de febrero, será "una revolución amorosa para rejuvenecer el proyecto". "La idea de revolución y de agitación es más una idea 'hippie' de los años sesenta que tengo como artista, y que creo que hay que implementar porque me parece que hay mucha violencia de muchos tipos, enfrentamientos, conflictos e individualización y el teatro sirve para hacer comunidad, que tiene que ver con cuidarnos los unos a los otros desde la intelectualidad", ha expresado Aladro, ex director artístico del Festival de Otoño y de Clásicos Alcalá.
El gestor ha expresado su emoción con este "desafío" que representa "la importancia del relevo generacional" en las instituciones culturales del país, cuya situación actual la ha denominado como "distópica".
"Hay que entender que nuestro proyecto teatral es muy joven, la transición y las políticas culturales de los años 80 y 90 nos han traído hasta donde estamos hoy, a lo que le sumas la crisis, por eso el escenario actual tiene demasiada fragilidad y las continuidades siempre están en vilo", ha dicho Aladro, en el cargo durante los próximos cinco años, ampliables a otros tres. Esta decisión corresponderá al patronato de la institución, constituido por cinco patronos en representación de la Comunidad de Madrid, el Ministerio de Cultura y Deporte y el Ayuntamiento de Madrid, así como por su presidencia y otras cinco personas designadas por Gómez.
"El liderazgo de las personas que heredaron el país en los años 70 ha sido muy largo porque con 30 años ya estaban a cargo de muchas cosas, desde la presidencia del Gobierno hasta la presidencia de los teatros nacionales, que en general se han prolongado muchísimo a lo largo del tiempo y de pronto las generaciones jóvenes tenemos 50 años y venimos ahora a liderar", ha subrayado el creador y ha agregado que esto "no significa que deba haber una ruptura violenta en el ámbito de las artes".
Al respecto, ha indicado que actualmente se encuentra en una fase de diagnóstico de la institución y que buscará "una mirada critica del pasado pero respetuosa", para "apoyarse en este rejuvenecimiento del proyecto", aunque no ha querido adelantar detalles de la nueva programación, que se conocerá en junio. Por ahora, ha explicado que el teatro presentará una temporada de transición y un "homenaje a estos 25 años de la Abadía" para luego arrancar la nueva etapa de su gestión.
"UNA PROGRAMACIÓN ABIERTA"
"Voy a sumar mi proyecto como creador y mi trabajo como pedagogo pero no será un proyecto personalista", ha agregado Aladro que tendrá una participación en cada temporada que podrá ir desde la dirección, el apoyo a la dramaturgia o la dirección colegiada, entre otros.
Por otra parte, ha expresado que José Luis Gómez "va a seguir trabajando con el teatro, atendiendo y fijando el legado, para hacerlo accesible y conocido por su rol de fundador". "Querremos transformar la Abadía de una casa de actores a la casa de los creadores, entender la acción teatral más trasversal, con un teatro abierto y rejuvenecido", ha agregado sobre las actividades que incluirán programas de pedagogía, espacios de laboratorio e investigación, y una "programación lo más abierta, equitativa y próxima posible".
UN GOBIERNO TRANSPARENTE
Aladro ha resaltado la necesidad de "ir avanzando en mejoras para que la casa sea evaluable en términos de buen gobierno y en términos de transparencia", en relación a la gestión de los más de tres millones y medio de euros que administra la Abadía, 2.265.000 euros en subvenciones y 1.325.000 de ingresos propio.
Además, ha señalado que cada vez es más difícil el funcionamiento de los teatros en Madrid. "No hay peor cosa que ser de Madrid, porque aquí estamos todos y, es un golpe de realidad curioso, pero Madrid es el receptáculo de la inmensa mayoría de aspirantes a creador, por lo cual el nivel de pelea es mayor", ha añadido quien estuviera al frente del Corral de Comedias de Alcalá de Henares, dependiente de la Fundación de la Abadía, de 2009 a 2016.
"Es por esto que queremos que la Abadía se abra al riesgo, a la innovación y al derecho al fracaso, el tejido teatral adolece del riesgo al fracaso y hay poco hueco para eso, y por lo tanto para un aprendizaje real", ha concluido el director.
