Ignacio Monfort publica su primer poemario, 'Desde mi alma TOCada'

Fragmento del vídeo de presentación del libro
IGNACIO MONFORT
Actualizado: miércoles, 7 marzo 2018 14:24

MADRID, 7 MAR. (EDIZIONES) -

El escritor Ignacio Monfort acaba de publicar su primer poemario, 'Desde mi alma TOCada (A rimas con la vida)', un recorrido por su producción lírica que expresa los sentimientos más soterrados del autor.

Escrito en verso libre, el poemario es "una revolución escrita" para Monfort, que no oculta su desilusión respecto a "una sociedad callada ante al acoso, la violencia machista, la corrupción y la pobreza" sin olvidar ensalzar el "amor verdadero" por todas las personas que le rodean.

Rabia, desolación, amor, revolución y homenaje son algunos de los conceptos que dan nombre a los capítulos de 'Desde mi alma TOCada', el segundo libro publicado por Ignacio Monfort tras 'TOCando los Güevos', una novela de ficción psicológica sobre las aventuras de un personaje que padece y supera un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). "Como el autor", esclarece Monfort.

"Escribir poesía no es buscar una buena rima, sino ensuciar de forma inmediata el papel que tenemos en frente con nuestros sentimientos más sinceros", defiende Monfort, que desde siempre ha compaginado su pasión por las letras con su carrera como ingeniero de Minas y Energía. Precisamente, la inspiración para su nuevo poemario le llegó en la "soledad" de una fábrica metalúrgica en Huelva.

Actualmente, Ignacio Monfort trabaja en una nueva novela que --según adelanta-- abordará la violencia recibida por un 'sintecho' bajo el título de 'Los Olvidados': "El nombre no sólo contempla la psicología del 'sinhogar', sino la de todos los personajes".



EXTRACTOS DEL POEMARIO 'DESDE MI ALMA TOCADA'

Ni una menos, ni uno más (de heroínas y malnacidos)

Fue mi patíbulo

ese altar,

donde con ese sí, quiero

sentencié mi muerte en vida.

Abrazaste fuerte

mi figura.

Pero no entendí,

inmediatamente,

que no era amor

sino grillete al cuerpo.



Vivir hasta que duela

Disloqué mis mandíbulas

de tanta risa.

De placer,

disfrutando

cual sadomasoquista,

de vivir

en plenitud;

aunque me duela,

el sostener de esta sonrisa.