'La katarsis del tomatazo' continúa temporalmente su "milagro" escénico en el Teatro Gran Vía

Actualizado: jueves, 27 septiembre 2007 23:51


MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

'La katarsis del tomatazo' inicia este viernes su 13ª temporada en cartel al amparo de un nuevo escenario, el Teatro Gran Vía. La función que realizan los alumnos de la Escuela de Interpretación Cristina Rota permite al público mostrar su descontento a través del lanzamiento de tomates a los actores.

La función permanecerá en el Teatro Gran Vía hasta el mes de enero, momento en el que volverá a su antiguo emplazamiento en la Sala Mirador, actualmente en obras para asemejarla más a un teatro griego antiguo. Cristina Rota dijo hoy que esto "supone un reto creativo" ya que la nueva sede "es un espacio menos lúdico".

Rota añadió que "es un milagro llegar a esta temporada", algo que no esperaba al principio ni ella "ni nadie". La veterana actriz valoró la polivalencia del espectáculo: "Nos permite una mezcla de estilos, desde el musical tradicional hasta la danza contemporánea", de forma que pueden hacer "lo que venga en gana".

"Katarsis tiene éxito porque es un espectáculo lúdico que parece improvisado, pero en realidad está todo muy controlado", añadió. Además, Rota afirmó que la interactividad continua con el espectador hace que este control sea necesario para evitar que "el público pueda desbandarse".

FUNCIÓN COLECTIVA

Para Rota, madre del también actor Juan Diego Botto, la ayuda mutua es clave en una función creada por alumnos en su último año de estudios en la Escuela: "El trabajo en grupo baja el nivel de neurosis e intensifica los momentos de solidaridad. Ayuda mucho mirar al que pone la luz, los cables, a todo lo que rodea el acto creativo".

Canco Rodríguez, codirector de la obra, comentó el alto grado de implicación de los alumnos: "Las propuestas creativas parten de ellos y en general toda la obra es una creación suya a la que los profesores solo ponemos pautas". Para Rodríguez, este proceso "sirve para aprender a crear un número y llegar al núcleo de las críticas".

Respecto a la dinámica de la obra, este ex-alumno de la Escuela que se estrena en la dirección comentó que "cada función cambia algo con respecto a la anterior" aunque siempre "con una base común". Esto lleva a que "los actores pueden meter cosas propias sin que nisiquiera las haya visto el profesor".