El Museo Oteiza analiza y recupera en una exposición y un libro la memoria de "Una capilla en el Camino de Santiago"

Actualizado: miércoles, 28 noviembre 2007 15:43

Oíza, Oteiza y Romaní realizaron este proyecto, que recibió el Premio Nacional de Arquitectura en 1954, pese a que no se construyó

PAMPLONA, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los arquitectos Francisco Javier Sáenz de Oíza y José Luis Romaní y el escultor Jorge Oteiza proyectaron, en 1954, una singular intervención arquitectónica y escultórica fundida en el paisaje. La propuesta, denominada "Una capilla en el Camino de Santiago", recibió el Premio Nacional de Arquitectura de aquel año, aunque no llegó a edificarse. El Museo Oteiza se ha propuesto desentrañar la memoria de este proyecto con un exposición y un libro de Javier Sáenz Guerra.

La exposición, titulada 'Energía, paisaje y laberinto. Una capilla en el Camino de Santiago. Oíza, Oteiza y Romaní, 1954', permanecerá abierta desde mañana, jueves, hasta el 6 de abril del año que viene. La publicación, de 467 páginas, lleva por título 'Un mito moderno'.

La muestra presenta 48 esculturas, dibujos y bocetos de frisos, además de la maqueta de la Capilla de Santiago, realizada para esta exposición, y numerosa documentación original vinculada al proyecto y los autores.

Propone, según informó el Museo, "un camino de peregrinación por ése espíritu de la época, la personalidad de los autores, los modos de construcción del pensamiento creador en estos artistas noveles, expresión de una manera compleja y plural de entender el proceso creativo". "Este recorrido desvelará cómo se gestó este proceso profundo, un crisol de formas en el que se vertieron múltiples afinidades, inquietudes, y admiraciones, plasmadas en un proyecto que los autores realizaron en una larga noche de trabajo".

La muestra refleja diversas piezas de Oteiza vinculadas al Friso de los Apóstoles de Arantzazu, en el que el artista vasco trabajó la escultura como una unidad de energía espacial, capaz de vivir "fuera de sí misma", y su inserción en la arquitectura y el paisaje.

Se presentan además, por primera vez, algunos de los estudios en escayola de los frisos originales realizados por Oteiza para este proyecto, junto con otros relieves murales realizados en aquellos años, así como una pieza inédita y significativa del trabajo del artista: un Apóstol Santiago, realizado en 1952, correspondiente a los primeros estudios realizados por Oteiza para la estatuaria de Arantzazu.

Este proyecto se completa con la publicación de 'Un mito Moderno. Una capilla en el Camino de Santiago. Sáenz de Oíza, Oteiza y Romaní, 1954', escrito por Javier Sáenz Guerra, en el que analiza los detalles y el proceso de elaboración de este proyecto, aportando numerosa documentación y análisis estructurales y constructivos inéditos hasta la fecha.

UNA CAPILLA EN EL CAMINO DE SANTIAGO

Varios factores han marcado la significación de este proyecto, formado por una estructura laberíntica jalonada por frisos escultóricos de Oteiza y sobre la que se suspende una gran malla metálica, y que los autores ubicaron en los campos de Castilla.

En primer lugar, la forma que los autores aplicaron a su idea de crear un gran condensador de energía en el paisaje, un nuevo templo tecnológico. Por otro lado, el hecho de que la propuesta haya estado siempre considerada como la influencia más clara de Mies Van der Rohe en la arquitectura española.

Por su parte, que su materialización coincidiera con la construcción de la nueva Basílica de Arantzazu, lo que provocó que, casi al mismo tiempo, Oíza y Oteiza se encontraran trabajando en una Iglesia basilical clásica, y en una capilla abstracta moderna. Y por último, resulta muy significativo que Sáenz de Oíza aseverara siempre que su mejor obra era, precisamente, este proyecto no edificado.