MADRID 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
El dramaturgo portugués Hélder Costa trae al Teatro Español de Madrid su obra 'Los incorruptibles', una visión ácida y llena de humor sobre la corrupción que constituye a la vez una crítica social y política a través de la parodia.
'Los incorruptibles' narra la historia de Honesto, un político que, pese a que lo intenta denodadamente, no consigue ser corrupto. Primero se pregunta por las causas y, después, intenta poner remedio a su problema imitando las actitudes de sus compañeros corruptos, acudiendo al psicoanalista e incluso a la brujería. Sin embargo fracasa y su entorno le desprecia y margina.
La versión española de este texto ha sido posible gracias al interés del actor Óscar Huéscar, protagonista de la función, quien se puso en contacto con Costa tras leer su obra. A diferencia del original, que nació como un monólogo, en esta ocasión el montaje cuenta además con otros actores (Cecilia Solaguren y Rafael Campos) que interpretan a diversos personajes.
Asimismo, la acción se ha trasladado a España ya que las situaciones propuestas en el original eran más típicas de Portugal. A la vez, el autor ha podido hablar de otras cuestiones que inicialmente no estaban en su texto "como la pedofilia o la investidura de un ministro", explicó.
CAMBIAR DE PERSONALIDAD.
Para Hélder Costa, "lo interesante es comprender que si alguien quiere ser corrupto está obligado a cambiar de personalidad". En este sentido, el autor y también director de la función, dijo haber tenido en su mente a personajes como Gil y Gil, Berlusconi o Bush, "que desde luego merecen todo nuestro homenaje", dijo con sorna.
Sin embargo, en su opinión, el rey de la corrupción es el Papa: "Alguien que manipula así una religión y un mito resulta fantástico", afirmó.
A lo largo de su trayectoria, Costa ha mostrado siempre un afán decidido por combatir los fascismos a través de su trabajo. "Esto es algo que no se acaba nunca. No hay más que ver los nuevos movimientos nazis a los que se une el hambre o las guerras más o menos mediáticas...", señaló.
A este respecto, el escritor dijo estar también "preocupado" por la cultura y la historia no sólo de su país sino internacional: "Existe en nuestros días un trabajo de manipulación para que no tengamos memoria y hay muchas cosas importantes que la gente debe conocer para reflexionar y no estar engañada. Esta tarea es también de quienes hacemos teatro o cine. Debemos procurar aportar más belleza, conocimiento y poesía para transformar algo esta porquería en que vivimos", concluyó.