BARCELONA, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ex jugador y ex entrenador Johan Cruyff asegura estar "convencido de que mañana puede ser un gran día para los barcelonistas", pero que para ello el Barcelona tendrá que imponer "el estilo que le es propio" en el partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones que disputará ante el Manchester United en Old Trafford, donde le servirá un triunfo o un empate con goles, y que "todo lo demás será agarrarse a la suerte".
"Estoy convencido de que mañana puede ser un gran día para los barcelonistas. Pero para conseguirlo el Barça tendrá que imponer el estilo que le es propio. Todo lo demás será agarrarse a la suerte", expuso Cruyff en su artículo en 'El Periódico de Catalunya', en el que también apuntó que "llegues o no a la final de Moscú, el partido en Old Trafford marcará la convivencia en Barcelona, y en el Barcelona, hasta el final de temporada".
Cruyff considera que "no hay favorito" en este partido, pero "sí un balón en juego". "Y mientras tú lo tengas y juegues a tú manera, ellos difícilmente harán algo", indicó, enumerando "las normas básicas a seguir, las mismas que en el Camp Nou: nada de tonterías (tipo manos y penalti como hizo Milito), nada de perder balones horizontales (Iniesta perdió uno y casi cuesta un gol o un penalti y expulsión) y nada de encerrarte".
"¿Miedo a que salgan como fieras? Si tú tienes el balón, las fieras acabaran sacando la lengua", prosiguió, antes de proponer al Barça que juegue "siempre hacia delante" y decir que el equipo azulgrana, "no solo puede, sino que debe" jugar como en el Camp Nou, "casi siempre en campo rival, tocando, presionando y robando", pero que debe "mejorar, y mucho", el ritmo del balón, ya que le permitirá tener profundidad y más espacios.
Cruyff no quiso pronosticar si el técnico del United, Alex Fergunson, saldrá de inicio a por el gol o si tomará precauciones, aunque apuntó que el Barça "cayó en su trampa" en el Camp Nou, ya que, con su planteamiento defensivo, Ferguson logró "minimizar la posibilidad de conceder lanzamientos de falta al borde del área y crear una falsa sensación de dominio local", y consiguió que el rival jugase "más lento" y fuese "más fácil de defender".
Por otra parte, señaló que, si cae, al Barça le quedará asegurar el segundo puesto de la Liga "en el mejor de los casos" y que sus jugadores "fijos, dudosos y descartados tendrán que competir sí o sí para no hacer más el ridículo de lo que ya han hecho en la Liga". "Y los que tendrán que tirar del carro serán los fijos", añadió, tras aludir al partido ante el Deportivo en Riazor (2-0), que considera "no es referencia de nada".
El técnico holandés entiende la decisión de su compatriota Frank Rijkaard de "dejar medio equipo titular" en Barcelona, "y que te plantes en Riazor con un once que no es el equipo tipo y salgas trasquilado", pero también que "una cosa es hacerlo a 72 horas de jugarte una final de la 'Champions' y otra muy distinta seguir haciendo lo mismo hasta el final". Además, cree que "no hay manera más sencilla para estar en forma que jugando".
También indicó que los técnicos "ya saben de qué pie calza cada uno" de sus jugadores y cuáles son los "fijos" y los "descartados", pero que los "dudosos" tienen cinco partidos para "disipar las dudas" sobre su continuidad, y que, si hoy pueden ser siete, "por decir algo", pero que "pueden ser cinco si ganas la final o 10 si la pierdes y encima no das la talla en lo que queda de Liga". "Si sabes que te puede ir el salir o quedarte del Barça por lo que hagas en los próximos cinco partidos es de necios desperdiciar la ocasión y no dar lo máximo de uno mismo", afirmó.
