SONDRIO (ITALIA), 27 May. (EUROPA PRESS) -
El ciclista español Alberto Contador (Astaná) se encuentra a tan solo cinco días de ganar su primer Giro de Italia, un objetivo no previsto inicialmente que pasa por resistir la ofensiva de sus rivales italianos en las cinco etapas que restan, sobre todo en las dos jornadas de alta montaña y en la decisiva contrarreloj del último día.
Tras pasar con muy buena nota la durísima cronoescalada de ayer en Plane de Corones, Contador afronta el puñado de jornadas decisivas con una ventaja exigua sobre sus perseguidores, el grupo de cinco italianos que deberá hacer fuerza común si quiere evitar que un corredor extranjero se lleve la ronda por primera vez desde 1996, cuando reinó el ruso Pavel Tonkov.
El madrileño cuenta con 41 segundos de ventaja sobre Ricardo Riccó (Saunier Duval), 1:21 sobre Gilberto Simoni (Diquigiovanni), 2:00 sobre Marzio Bruseghin (Lampre), 2:05 sobre Franco Pellizotti (Liquigas) y 2:18 sobre Danilo Di Luca (LPR), ganador el año pasado. Todos han disfrutado hoy del segundo día de descanso del Giro antes de la etapa de mañana, en el que reanudarán las hostilidades.
La etapa entre Sondrio y Locarno (146 km) y la del jueves entre Mendrisio y Varese (147 km) presentan un perfil muy similar, corto recorrido y un puerto de tercera categoría en medio, dos jornadas propicias para escapadas en las que los favoritos no se quitarán ojo con vistas a los tres últimos días, una guinda brutal a la carrera.
Hacer 452 kilómetros en dos días después de 18 etapas de competición es un castigo muy serio para las piernas del pelotón, pero todavía más cuando el recorrido aparece salpicado con siete puertos, cuatro de ellos de categoría especial.
Tras la salida en Legnano, los ciclistas vivirán el viernes 175 kilómetros hasta llegar al Passo de Vivione, primero de los tres puertos empinadísimos que completan la antepenúltima jornada. A este puerto de categoría especial le seguirá otro de su misma magnitud, el Passo del Presolana, que empalma directamente con el final en alto del Monte Pora, de primera categoría.
Si Contador sale vivo de la encerrona del viernes, todavía deberá soportar un nuevo embiste italiano al día siguiente, cuando se pasará uno de los puertos más míticos en la historia del Giro: el Passo del Mortirolo (categoría especial). Antes, se pasará el Passo Gavia (Cima Coppi), puerto más tendido pero también de la máxima dureza, en una jornada que concluirá cuesta abajo tras superar el Aprica, de segunda categoría.
Será el domingo, en la 21ª y última etapa del Giro, cuando el español tenga ante sí el terreno más favorable para lograr suceder a Miguel Induráin, el único español ganador de la 'grande' hasta ahora (1992 y 1993). Los 28,5 kilómetros contra el crono entre Cesano Maderno y Milán son el mejor territorio posible para que Contador entre en el palmarés de una carrera a la que no pensaba acudir.
