MADRID, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -
La selección de Australia tratará de hacerse notar en el grupo B junto a España, Chile y Holanda, en un escenario donde no lo tendrá nada fácil, aunque acuda a la cita brasileña habiendo mejorado su capacidad competitiva tras conseguir el billete en la zona asiática.
Sin embargo, las derrotas en partidos amistosos ante Brasil y Francia han supuesto el adiós del seleccionador que les llevó hasta el Mundial, el alemán Holger Osieck, que fue sustituido de manera reciente por el local Ange Postecoglou.
El conjunto 'aussie', el más débil de los cuatro que conforman el grupo B, destaca por el centrocampista Tim Cahill, que se vale de su veteranía para seguir siendo un jugador fundamental en los Red Bull New York de la Liga norteamericana, además de Lucas Neill, el exzaguero del Everton que ahora se desempeña en la competición australiana defendiendo la camiseta del Sidney.
Además, hay mucho entusiasmo puesto en el talento de los jóvenes atacantes como Tommy Remo y Tom Rogic, las grandes esperanzas del fútbol australiano. Su portero es Mark Schwarzer, de 41 años. El segundo meta del Chelsea ya ha anunciado que dejará la selección tras el Mundial.
Un equipo que, habiendo dejado al margen su falta de competitividad en la zona oceánica, ha presentado mejores prestaciones y sueña en hacerse un hueco en uno de los 'grupos de la muerte' del Mundial de Brasil. Los australianos deberán hacerlo muy bien para salir en la foto.
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