RUSTENBURGO (SUDÁFRICA), 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El seleccionador de Nueva Zelanda, Ricki Herbert, confesó no haber perdido "jamás la fe en el equipo" durante los cinco años que lleva al cargo del combinado nacional, después de que sus pupilos lograran gracias a su empate contra Eslovaquia puntuar por primera vez en la fase final de un Mundial.
"En cinco años jamás he perdido la fe en este equipo. Estamos muy orgullosos. Éste es el mejor resultado de nuestra historia", afirmó Herbert a la conclusión de su debut con empate (1-1) en Sudáfrica, algo que calificó como "todavía mejor que participar en un Mundial como jugador".
Después de ir perdiendo durante toda la segunda parte, un tanto de Winston Reid en el descuento permitió a Nueva Zelanda sumar un punto que Herbert juzgó como "merecido". "Vinimos a Sudáfrica con el objetivo de conquistar nuevas metas y hoy lo hemos conseguido contra un gran equipo. En este partido hemos sabido utilizar nuestras armas y nos merecemos el empate", analizó.
El capitán de la selección 'kiwi', Ryan Nelsen, reconoció haberse sentido "decepcionado" cuando Vittek adelantaba a los eslovacos, pero subrayó la importancia de un empate que supone "un momento muy especial" para Nueva Zelanda. En la misma línea se expresó el ariete Rory Fallon, para el que el de hoy fue "un día memorable para el fútbol neozelandés".
"En los últimos diez minutos, supimos mantener la fe en nuestras posibilidades. Es cierto que desperdiciamos alguna que otra ocasión, pero sabíamos que llegarían más. Es increíble. A partir de ahora, en Nueva Zelanda, el fútbol tiene más razones para convertirse en el deporte más popular del país", sentenció Fallon.
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