El Real Madrid y el reto de la zaga más fiable para París

MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -

El próximo 28 de mayo Real Madrid y Liverpool se enfrentarán en la final de la Liga de Campeones de París, el partido más importante para ambos conjuntos, pero en el que las lesiones y los altibajos en los estados de forma de jugadores de la zaga blanca hacen que existan dudas para conformar una defensa que ofrezca garantías en este momento crucial de la temporada.

Y es que el aspecto defensivo se antojará clave para los de Carlo Ancelotti, ya que se ven las caras con el equipo que más veces ha tirado en esta Champions (199) y el que más jugadas de ataque ha hilvanado (724), apoyado en un potente frente ofensivo y un juego siempre vertical. Por ello, el Real Madrid deberá ofrecer su versión más leal y comprometida, con la fiabilidad como seña de identidad para construir, desde la zaga, las bases de una estrategia que desarme el potencial atacante de los de Juergen Klopp.

En este sentido, el 13 veces campeón de Europa ha ofrecido algunas dudas en el último tramo, principalmente por cierto bajón que ha experimentado Eder Militao, lo que se ha unido a los problemas musculares que han dejado casi sin participar a David Alaba. En el lado positivo, Ancelotti ha vuelto a tener el paso fiable de Nacho Fernández, de los tres centrales seguramente el que mejor llegaría a Saint-Dennis, pero que parece contar con menos opciones.

Alaba ya parece haber dejado atrás de forma definitiva los problemas musculares que le tienen sin jugar desde la ida ante el Manchester City. El central austriaco ha sido cuidado con mimo e incluso de le descartó para el cierre liguero contra el Betis para no evitar riesgos, por lo que todo hace indicar que volverá a formar la habitual pareja con un Militao algo dubitativo.

Ambos eran hasta hace unos meses una de las parejas de centrales más seguras del continente. El brasileño alargó en este inicio de temporada el gran momento que vivió en la pasada cuando dio un paso adelante con el que dejó atrás su discreta primera temporada aprovechando los problemas físicos de Sergio Ramos y Raphael Varane.

El internacional demostró que el Real Madrid no se había equivocado y ofreció tranquilidad, agresividad y solvencia en la línea defesiva. Sin embargo, parece que la cantidad de minutos y el calendario han provocado que haya terminado la campaña sin dar esa sensación de seguridad y con algunos errores que antes no habían aparecido.

Militao ha llegado muy justo en el aspecto físico a este final de curso rozando los 5.000 minutos sobre el césped en 54 partidos, y sin esa exuberancia se ha mostrado algo nervioso y errático en los últimos partidos. Prueba de ello es su partido en el Etihad ante el City, donde perdió 16 balones, y algunos de sus errores ante el Cádiz, uno de los cuales significó el gol del empate.

Pero el origen se remonta al partido en el Pizjuán el 17 de abril, con equivocaciones en los dos primeros goles del Sevilla, obligando al equipo blanco a otra remontada más. En el siguiente partido en El Sadar, donde se mostró demasiado vulnerable, tampoco estuvo acertado en el primer gol local de Budimir.

Pero el rendimiento general del brasileño, su potencia en el juego aéreo y la confianza que suele tener Ancelotti en sus teóricos 'fijos' hacen que su presencia en el once titular ante el Liverpool sea casi segura, lo que le cierra la puerta a Nacho.

El canterano, relegado a un papel secundario durante los dos primeros tercios de la temporada debido al engranaje casi perfecto e inquebrantable que formaban sus dos compañeros, acumula en 2022 seis titularidades en los nueve encuentros que ha disputado. El central madrileño, por enésima vez, ha demostrado su compromiso y nivel y ha respondido de maravilla a la llamada de Ancelotti.

Con cuatro Liga de Campeones, el madrileño puede levantar en París su quinta Copa de Europa, y podría hacerlo con el protagonismo que no tuvo en ninguna de las otras cuatro finales, en las que no fue titular, aunque en la última tuvo que salir antes del descanso por la lesión de Dani Carvajal. Ahora parece que podría ser el momento perfecto para el defensa de 32 años, con la madurez y los galones suficientes para afrontar un partido de esta envergadura.