HELSINKI, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
La selección española no pudo pasar del empate sin goles en Finlandia, en un partido amistoso con motivo del centenario de la Federación del país finlandés, en el que el conjunto entrenado por Luis Aragonés fue de menos a más, a medida que los titulares en Dinamarca se fueron incorporando a la contienda.
Acudía España a Finlandia sin urgencias, polémicas extradeportivas aparte, y con el plan B de Luis Aragonés en escena. En el 11 inicial sólo repetían tres futbolistas respecto a Dinamarca, Ramos, Iniesta y Albelda. La idea, muy similar a la del sábado, era tejer una maraña en el centro del campo, con Silva abandonando la banda para afianzarse como volante.
La seña de identidad española no se perdió, pero no brilló tanto como en el partido crucial del sábado. Los locales, que celebraban el centenario de su Federación, salieron con brío, mordiendo a España en su línea de creación. Mucho control del balón español, pero carente de la chispa y profundidad necesaria como para romper la doble línea defensiva local.
La zozobra se apoderó de los futbolistas, en particular españoles, y del graderío, que apenas registraba un tercio de entrada. El partido se resume en un dato: el primer tiro a puerta de España fue al cruzar la media hora de juego. El partido aburrió y España no ratificó el argumentario del sábado.
El balón quemaba en todos los jugadores de creación españoles. Sólo Iniesta -gran jugada individual en el 35 de la primera- irrumpía con algo más de frescura, pero le faltaban los acompañantes -Cesc y Xavi- del día de Dinamarca. No es que España volviese a las andadas, pero sí que acusó las circunstancias tan especiales del choque.
LOS TITULARES ANTE DINAMARCA DAN UNA MAYOR MORDIENTE
Los mejores momentos coincidieron con la paulatina implantación en el césped de los hombres que jugaron desde el inicio en Dinamarca. Xavi y Cesc retomaron la manija, y con Joaquín y Riera en las alas el engranaje volvió a funcionar. En ese periodo, Pernía intentó sorprender de un libre directo (min.66) y Luis García, después sustituido por el propio Fábregas, desperdició un disparo a la altura del punto de penalti.
Por contra, tuvieron una buena oportunidad de reivindicarse jugadores cuestionados en los últimos meses. Los atléticos Pablo y Pernía ni están ni se les espera. Sufrieron en tareas de contención ambos, y el hispano-argentino tuvo problemas a la hora de añadirse al ataque.
Tampoco afinó en exceso la tripleta atacante. Con un Angulo fuera de sitio -Joaquín le mejoró notablemente-, fue Riera (disparo al palo en el min.81) el que volcaba el juego por su costado. Sus cabalgadas, incluso por la derecha, amenazaron a los finlandeses, que todavía albergan opciones de alcanzar la fase final, ya que es tercera del grupo A a tres puntos de Portugal, segunda.
Fue el epílogo de un partido en el que a España le costó desperezarse, para acabar cuajando una digna actuación. El único susto finlandés en todo la tarde, abortado por el valencianista Marchena, coincidió prácticamente con el cierre de la contienda.