MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Real Madrid buscará este martes certificar su billete a unas nuevas semifinales de la Liga de Campeones, avalado por el buen resultado que se trajo de la ida de los cuartos de final ante el Chelsea inglés, pero sin poder olvidar lo que le ha pasado en otras ocasiones similares para tener una noche lo más tranquila posible.
Sin contar las eliminatorias que se vivieron la pasada campaña en la máxima competición continental en el Alfredo Di Stéfano, el 13 veces campeón de Europa vivirá una situación parecida a la de los cruces de la temporada 2017-2018 y de la 2018-2019, que guardan similitudes y finales felices y amargos, todos sufridos.
Así, el Real Madrid fue agraciado con la posibilidad de jugar la vuelta en los cuartos de final y en las semifinales en su camino hacia la 'Decimotercera' con el calor de su público y en ambos casos llegó con ventaja como hará este martes ante el campeón de Europa, con entonces, el valor doble de los goles a domicilio todavía vigente.
En la antepenúltima ronda de la Champions de 2017-2018, al Real Madrid le tocó en liza la Juventus italiana. El equipo entrenado por Zinédine Zidane salió de Turín con el billete encarrilado tras ganar 0-3 con la recordada chilena de Cristiano Ronaldo, pero tuvo una noche de mucho sufrimiento en la vuelta.
Mario Mandzukic hizo el 0-1 para los de Massimiliano Allegri, que creyeron entonces en la remontada. Más aún cuando el croata anotó el 0-2 antes del descanso para llevar el nerviosismo a los locales. Un fallo de Keylor Navas provocó el 0-3 de Blaise Matuide a falta de media hora y cuando se vislumbraba la prórroga, Cristiano Ronaldo salvó la noche en el minuto 98 con un penalti cometido sobre Lucas Vázquez.
En las semifinales, a los merengues les tocó el Bayern Múnich, con la ida en el Allianz Arena. Allí, fueron capaces de remontar el 1-0 de Joshua Kimmich con los tantos de Marcelo y Marco Asensio para llegar con ventaja al Bernabéu, pero de nuevo tuvo que sufrir. Otra vez a los dos minutos, su rival se adelantó (Kimmich), pero en esta ocasión Benzema igualó pronto y luego no perdonó un error del guardameta Ulreich para poner el 2-1. James Rodríguez empató con media hora por delante y llevó el sufrimiento a la grada hasta el pitido final.
El Real Madrid se coronó campeón por tercer año consecutivo en lo que supuso el final de la estancia de Zinédine Zidane y de Cristiano Ronaldo. En la defensa de la Champions sin dos de sus emblemas, el equipo sufrió en un grupo amable, pero pasó como primero pese a ser goleado por el CSKA en casa en el último partido (0-3) y le tocó en liza en octavos el joven Ajax.
En el Johan Cruyff, victoria por 1-2 con goles de Benzema y Asensio y desastre en el Santiago Bernabéu en una de las peores noches recordadas por el madridismo. Hakim Ziyech, actualmente en el Chelsea y que podrá dar fe a sus compañeros de que es posible, adelantó a los 'ajacied' a los siete minutos y pasado el cuarto de hora David Neres les daba el billete provisional. El Real Madrid entró en una especie de pánico y acabaría goleado (1-4), eliminado y sonrojado.
A estos partidos recientes, hay que añadir el de la vuelta de octavos de esta edición ante el PSG, donde no partía con ventaja, pero donde encajó primero por medio de Kylian Mbappé antes de firmar la apoteósica remontada, o la victoria en la ida de octavos de 2017-2018 ante el equipo parisino, con la ida en el Bernabéu y con victoria 3-1 pese a empezar perdiendo.
En este sentido, de las últimas seis eliminatorias de la máxima competición continental disputadas en el Santiago Bernabéu en cinco de ellas (PSG -2-, Juventus, Bayern y Ajax) empezó encajando, aunque sólo fue eliminado en una (Ajax). En la otra, en la ida de octavos de 2019-2020 ante el Manchester City, comenzó marcando (Isco), pero acabó perdiendo 1-2 (Gabriel Jesus y De Bruyne, de penalti).
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