BARCELONA, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del FC Barcelona, Frank Rijkaard, no considera determinante el partido de mañana ante el Sevilla en el estadio Sánchez Pizjuán en la pelea por el título de Liga, pese a que su equipo pone en juego el liderato del campeonato, ya que "un partido no decide la Liga".
El técnico holandés volvió a optar un día más por esquivar las preguntas de los periodistas y, entre respuestas monosilábicas y algunas risas, destacó principalmente que "un partido no decide la Liga" y que el Barcelona jugará en busca de la victoria, ya que no da por bueno un empate antes de jugar un encuentro.
También avanzó que el delantero Samuel Eto'o, la gran novedad de la convocatoria, tras su descanso en el partido de la Copa del Rey ante el Zaragoza, "está para jugar", por lo que podría volver al once, aunque dejó entrever que no jugará todo el partido ya que quiere "dosificar" al jugador, pese a que no aclaró si jugará de inicio.
El ariete camerunés ha decidido reaparecer, de común acuerdo con el entrenador, después de su ausencia en Zaragoza y de su vuelta a la titularidad el pasado domingo en el partido de Liga ante el Athletic de Bilbao (3-0) en el Camp Nou, en el que fue uno de los destacados y marcó el tercer gol.
Por otra parte, Rijkaard da descanso en esta ocasión para medirse al Sevilla al centrocampista Anderson Luis de Souza, Deco, y el defensa Lilian Thuram, por lo que reconoció que la alineación que presentará mañana se verá condicionada por el partido de la Liga de Campeones del próximo martes ante el Liverpool en el estadio de Anfield.
"TENEMOS CONFIANZA, PERO HAY QUE DEMOSTRARLO".
Sin embargo, destacó que la plantilla del Barcelona le da la "posibilidad" de reservar a jugadores y mostró confianza en la respuesta del equipo, al que ve fuerte de moral y confianza tras las últimas victorias, sobre todo por la reacción ofrecida en Zaragoza para remontar un 0-1 adverso para acceder a las semifinales de la Copa.
"Los jugadores están con confianza, pero eso son palabras y ahora hay que demostrarlo en el campo, aunque estoy tranquilo porque veo al equipo trabajando muy bien", comentó Rijkaard, que añadió: "Ha sido un partido importante para el equipo y nos ha dejado buenas sensaciones, esperamos seguir así".
El entrenador barcelonista sorprendió en Zaragoza con una línea de tres defensas en un sistema 3-4-3, aunque no da pistas sobre su planteamiento del partido en Sevilla. "Seguramente jugaremos con 11, pero tenemos que esperar", se limitó a decir. En todo caso, no cree que ahora los rivales estén "preocupados".
En este sentido, apuntó que los rivales del Barcelona ya han visto sus diferentes variantes de juego y que estarán "preparados" para defender las distintas posibilidades de los azulgrana. Igualmente, dijo que le "da igual" si con su actuación en Zaragoza ha tapado la boca a quienes le habían criticado por sus estrategias tácticas.
Rijkaard también manifestó antes de viajar a Sevilla que no cree que sus jugadores encaren el partido con ánimo de revancha por la contundente derrota (3-0) encajada ante los sevillistas en la final de la Supercopa de Europa a principios de temporada, aunque ya ganaron en el partido de la primera vuelta en el Camp Nou (3-1).
En cualquier caso, destacó las cualidades del Sevilla, al que considera "un equipo muy disciplinado tácticamente, uno de los equipos más fuertes", y, preguntado por el peligro del delantero Kanouté, dijo que "es un jugador importante, su punto de referencia, y hay que frenarlo futbolísticamente".
CONDENA Y CRÍTICA POR EL BOTELLAZO A JUANDE.
Finalmente, lamentó el lanzamiento de una botella al entrenador del Sevilla, Juande Ramos, que motivó la suspensión del partido ante el Betis en la Copa del Rey, y condenó la actuación de los dirigentes de ambos clubes en los días previos al encuentro.
"Es una lástima y lo siento por él. Espero que no se repita más y creo que a partir de ahora los responsables del club deben transmitir otros mensajes al público", comentó Rijkaard, quien no cree que el incidente reste presión al Barcelona en el partido en el estadio Sánchez Pizjuán.
Así, opinó al respecto que lo ocurrido "no tiene nada que ver" con este encuentro, "porque presión hay siempre cuando dos equipos juegan por la victoria y, además, la afición del Sevilla es estupenda y siempre hace mucho ruido para apoyar a su equipo", explicó.