MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Real Madrid y Bayern de Múnich se enfrentan este miércoles (21.00 horas) en el Estadio Santiago Bernabéu en la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones, en un duelo al que llegan empatados (2-2) de la ida en Alemania y con más de una variante en sus onces titulares en función de lo que tanto Carlo Ancelotti como Thomas Tuchel planteen para alcanzar la final de Wembley del 1 de junio.
En el conjunto madridista, la opción de Aurélien Tchouameni de la partida gana enteros, aunque su demarcación en la alineación titular condicionará también la presencia en ella de otros futbolistas. Y es que el técnico italiano deberá decidir si el pivote francés actúa en el partido que acogerá el feudo blanco como centrocampista o como central.
Hace una semana, el pasado martes, Ancelotti prefirió al francés, titular en seis de los siete encuentros de Champions que ha disputado de '5' en el centro del campo, como escudero de los interiores Toni Kroos y Fede Valverde. Sin embargo, el mediocentro ha habitado más en el centro de la zaga desde la lesión de David Alaba el pasado mes de diciembre y ha respondido con una versión muy correcta en una posición en la que ya ha confesado en más de una ocasión que no se siente demasiado cómodo, pero donde ha formado buena dupla con Antonio Rüdiger y dando mayor contundencia en el juego aéreo.
Su descanso en el último partido de LaLiga EA Sports este sábado ante el Cádiz también permiten adivinar que será titular, algo que, por otra parte, es sinónimo positivo para los blancos. Y es que el Real Madrid acumula 31 encuentros --desde el 21 de mayo del año pasado, en la 35ª jornada de Liga-- sin perder con Tchouameni como titular, convertido ya en una especie de talismán madridista.
Su titularidad como centrocampista da más poso y solidez a una medular en la que no aparecería de la partida su compatriota Eduardo Camavinga, más enérgico y vertical. El '12' del Real Madrid ya fue suplente en la ida en Múnich, aunque reemplazó a Nacho Fernández pasada la hora de encuentro, para actuar como pivote y retrasar a su compatriota.
El mediocentro dinamizó en Múnich a un equipo al que suele dotar de más ritmo e intensidad, además de una mayor capacidad para romper líneas, aunque sus excesivas licencias con balón le pueden condenar al banquillo en un encuentro de esta envergadura, con la sexta final de Champions en los últimos once años en juego.
Si Ancelotti no le da la titularidad a Camavinga, el 'beneficiado' sería seguramente el capitán Nacho Fernández, a gran nivel en el Etihad Stadium ante Erling Haaland, pero sacrificado el pasado martes cuando el Bayern remontó, el que acompañase a Rüdiger, salvo que el técnico italiano se decante por un Éder Militao ya con minutos, aunque con poco rodaje en partidos de máxima exigencia.
MUSIALA PUEDE VOLVER A LA MEDIAPUNTA
Tampoco parece estar todo claro el once titular del Bayern, mientras Tuchel reflexiona sobre si mostrar un conjunto alemán muy valiente o algo más conservador. En la ida, la propuesta inicial fue muy acertada, cercando al Real Madrid en los primeros 20 minutos, aunque la fragilidad en la defensa, su gran talón de Aquiles, les penalizó.
Y gran 'culpa' tiene el surcoreano Kim Min-jae, incapaz de sostener a un Vinícius Júnior con mucha libertad que jugó con el ex del Nápoles con múltiples desmarques a la espalda, siendo en uno de ellos cuando convirtió el 0-1. La brecha del asiático espera Tuchel que no sea tal en el Bernabéu, ya que recupera al neerlandés Matthijs de Ligt, pareja innegociable, si está sano, junto al inglés Eric Dier.
Sin embargo, el ex del Ajax solo acumula 46 minutos en el último mes, ausente en los dos últimos encuentros del Bayern por una lesión en la rodilla. Mientras De Ligt sí será de la partida, el que no podrá saltar al Bernabéu será Raphaël Guerreiro, baja por un problema en el tobillo sufrido en el partido de Bundesliga ante el Stuttgart de este fin de semana.
El portugués fue uno de los cambios de los alemanes en el descanso de la ida, y uno de los culpables de la remontada momentánea del Bayern en el inicio de la segunda mitad. El luso fue un buen acompañante para un Laimer que llegaba entre algodones, aunque una de las claves para los bávaros será la posición de Jamal Musiala.
El joven futbolista es mucho más peligroso como mediapunta, con más libertad de movimiento y generando dudas por el centro del entramado defensivo de los de Ancelotti, que ya sufrió ahí con Dani Olmo. Su talento y clarividencia en cualquier tipo de situación le convierten en el mejor aliado de los Harry Kane, Leroy Sané y compañía.
Sin embargo, en la ida en Múnich Tuchel prefirió posicionar al alemán en la izquierda, con Thomas Müller por detrás del ariete inglés. Con el veterano atacante teutón, el Bayern gana trabajo y altura, aunque pierde una verticalidad que sí le daría Serge Gnabry por el carril izquierdo. Y es que la opción Sané-Musiala-Gnabry y Kane parece más atrevida y peligrosa para un Real Madrid que sufriría al espacio.
