BARCELONA, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El RCD Espanyol pasó esta noche en dos minutos de verse en las semifinales de la Copa de la UEFA, camino a Glasgow, después de haber ido ganando por 3-0 al Benfica, a casi suspirar por el pitido final del partido por los dos goles del equipo portugués, con los que la eliminatoria se resolverá en Lisboa cuando ya parecía liquidada.
La noche comenzó de la mejor manera para el Espanyol. A la media hora ganaba por 2-0, con goles de Tamudo y de Riera, y Pandiani firmó el tercero en el minuto 58, pero cinco después, del 63 al 65, Nuno Gomes y Simao torcieron el sueño de los blanquiazules, que además sufrieron la lesión de Tamudo, en duda para el partido de vuelta.
Pandiani perdonó el 4-2 ante el portero Quim en el tiempo añadido de un partido que mantiene vivas las esperanzas del Espanyol, pues viaja a Lisboa con un marcador favorable, pero que también acabó golpeando la moral de los 'pericos' después de que Montjuïc ya hubiera comenzado a celebrar la clasificación antes de tiempo.
El equipo de Ernesto Valverde, a la altura de una ocasión que lo requería, salió dispuesto a tomar el mando del partido, y lo logró, liderado por Raúl Tamudo, autor del primer gol y del pase del segundo, en las que fueron las dos primeras oportunidades de los blanquiazules en el área del conjunto portugués.
Tamudo avanzó al Espanyol al cuarto de hora, cuando recibió un gran pase de Luis García, tras una recuperación de balón de Zabaleta, y convirtió su control en un autopase sobre el joven David Luiz, en una de las acciones de astucia que le caracterizan, para después batir al portero Quim con un disparo a media altura.
Del delantero catalán, además, salió el centro al segundo palo, en otra gran acción, que recogió Riera para conectar un duro disparo picado al suelo que rechazó el defensa Nelson a la portería y que daba al Espanyol una valiosa e inesperada ventaja ante un rival que había salido a esperar pero que ni mucho menos se vino abajo.
EL BENFICA RENACE EN DOS MINUTOS
El primer tiempo rompió los planes del Benfica y de su entrenador, Fernando Santos, que tras el segundo tuvo que recurrir al veterano Rui Costa, al que había reservado de inicio, pero la reacción fue inmediata y el Espanyol dio un paso atrás, aunque el portero Gorka, en tres ocasiones, salvó a los suyos con intervenciones de mérito.
Simao, en un cabezazo en plancha poco después del 2-0, y Nuno Gomes y Petit, justo antes del descanso, se encontraron con un Gorka enorme, como casi siempre, que nunca desaprovecha la titularidad que le da Valverde en Europa, y que fue determinante para mantener la ventaja de su equipo cuando había empezado a verse acorralado.
Valverde despertó a sus jugadores en el descanso para recuperar la posición en la media, donde, sobre todo De la Peña, había acusado demasiada precipitación cuando debía aportar más paciencia al juego para poder manejar el partido, y precisamente de esa manera logró golpear de nuevo al Benfica al cuarto de hora de la reanudación.
Pandiani, el máximo goleador en esta Copa de la UEFA, que había entrado por un problema físico de Tamudo, marcó su décimo tanto en el torneo, de cabeza a pase de Riera, que había comenzado la jugada en su campo en combinación con De la Peña. Sin embargo, el Benfica se rehizo y giró el sentido de la eliminatoria en un par de minutos.
Los portugueses pasaron del 3-0 al 3-2 en dos minutos, entre el 63 y el 65, apenas siete desde el tanto de Pandiani, con dos goles, de Nuno Gomes a puerta vacía a pase de Miccoli, que había ganado la espalda a la defensa, y después de Simao en una jugada individual en que superó a Zabaleta y su tiro fue desviado por Jarque.
El nuevo panorama atenazó a los españolistas de la misma manera que hizo crecerse al Benfica, que había reaccionado haciendo honor a su condición de club grande. Se adueñó del balón e incluso mereció el empate, pues tuvo grandes ocasiones en los pies de Miccoli y Karagounis, aunque los locales también buscaron el gol al final.
