"Siempre he tenido la necesidad de ganar"
MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
El piloto español Jorge Lorenzo (Yamaha) ha reconocido haber tenido una relación complicada con su ya excompañero Valentino Rossi (Ducati) por "problemas de carácter" al ser dos personas muy impetuosas.
"Creo que era un problema de carácter. Los dos tenemos una personalidad dura, realmente fuerte. No teníamos 'feeling'", reconoce el vigente campeón del mundo en una entrevista con 'CNN Internacional' que recoge Europa Press.
Sin embargo, el mallorquín cree que se puede tener una buena relación con un rival. "Yo no tengo ningún problema personal con los pilotos, compito con ellos. Creo que puedes ser amigo de un piloto mientras estás luchando por el Mundial. No tengo ningún amigo, pero creo en ello", apuntó.
Por otra parte, reconoció haberse sentido sorprendido cuando 'Il Dottore' anunció su fichaje por Ducati. "Fue una sorpresa, porque va a ser un gran desafío para él, pero también creo que si yo estuviera en su lugar sería un reto interesante. Ducati es una marca italiana, es difícil, pero es una idea bonita", añadió.
El mallorquín está "orgulloso" de llevar el número uno en el carenado de su moto, pero no se obsesiona con la posibilidad de perderlo. "No tengo más puntos que el resto al inicio del mundial y sé que puedo perderlo. Los otros pueden ganarme si no trabajo duro o si tengo una moto inferior", indicó.
Sin embargo, reconoció haberse sentido algo raro al proclamarse campeón del mundo. "Sueñas mucho con ello, y cuando pasa piensas: '¿Es sólo esto? Pero después de unas horas, te tranquilizas y cuando estas solo o con tus amigos y personas cercanas, te das cuenta de lo importante que es", añadió.
Lorenzo reveló ser muy competitivo y desear "ser el mejor" en todo. "Siempre he tenido la necesidad de ganar. Cuando juego en la calle con mis amigos, al fútbol, o corro. Competí en todo en Mallorca, en todos los campeonatos y gané mucho. Sueñas con el mundial, ser profesional, pero es un camino largo y no sabes si lo vas a lograr", explicó.
Por último, reconoció que la fama cansa en ciertos momentos. "Cuando no era famoso, quería serlo porque es guay. Pero cuando llega, cada vez que vas a un restaurante, tienes que dejar de comer para hacerte una foto. Si vas a una discoteca es imposible bailar e incluso estar con tus amigos, porque a cada paso que das, te hacen una foto", apuntó.
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