BERLIN, 5 Jul. (EP/AP) -
Alemania ya no tendrá más fiesta después de que la euforia desmedida en la víspera de las semifinales concluyese de un plumazo con los goles de Grosso y Del Piero en los últimos instantes de una prórroga sensacional.
Casi un millón de aficionados convirtieron la zona conocida como la 'Fan Mile' (Milla del Aficionado) de Berlín en un mar de negro, rojo y amarillo de las banderas alemanas, y trataron de increpar a los italianos al coro de 'ustedes sólo son repartidores de pizza'.
Los gritos de frustración comenzaron a aflorar a medida que Alemania no logró aprovechar las pocas oportunidades que le brindó la defensa italiana. Y finalmente, con los dos goles italianos en los últimos minutos del tiempo extra, llegó la tristeza.
"Ahora seremos terceros", gritó un hincha optimista, pero la mayoría de los fanáticos se fue en silencio. Durante el torneo, el coro de 'Berlín, Berlín, vamos a Berlín' se hizo popular entre los hinchas, a medida que aumentaba la confianza en que la selección alcanzaría la final en la capital alemana.
En cambio, el plantel de Juergen Klinsmann se dirige ahora a Stuttgart para el partido del sábado por el tercer lugar contra el perdedor del duelo del miércoles entre Francia y Portugal.
