MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
La madrileña Marísa Rozalén, subcampeona del Mundo de kárate y siete veces campeona de Europa, es la primera mujer occidental que obtiene el cinturón Negro 7º Dan, galardón que en el mundo sólo ostentan otras dos japonesas, y que supone un nivel de entrenamiento más espiritual que físico en esta disciplina.
El grado fue reconocido este verano por la World Karate Federation, única organización mundial de kárate, registrada por el Comité Olímpico Internacional, que exige un mínimo de 30 años de práctica federada ininterrumpida como requisito imprescindible para poder presentarse al examen, según afirmó la propia deportista.
Marisa se convirtió así en uno de los 7º Danes mas jóvenes del mundo, y en aquella figura casi anacrónica y legendaria del "gran maestro", figura imbuida de connotaciones no solo técnicas desde el punto de vista marcial sino religioso-filosóficas, al que se le rinde respeto, pleitesía y casi venerable admiración entre los practicantes de artes marciales.
Marísa es Licenciada en Ciencias de la Información rama de Publicidad, Master en Programas para la mejora de Habilidades y Competencias por la Universidad Complutense, departamento de Psicología Social, donde continúa realizando su doctorado, y tiene estudios de gestión avalados por la Universidad de Seattle, Washington, EEUU.
Su aportación al mundo del deporte durante los últimos 10 años, además de los tres mil alumnos formados, fue la de Asesora de la Comisión de Tecnificación en la Dirección General de Deportes de la Comunidad de Madrid.
Sus tres nuevos proyectos son el fomento de habilidades directivas o de liderazgo en el deporte femenino, el asesoramiento personalizado para la consecución de metas, dirigido a deportistas y técnicos de alto nivel, e iniciará una nueva andadura como conferenciante en "Talentum Conferencias", a propuesta del gran maestro del Management José Maria Gasalla, profesor de ESADE Business School y de la Universidad Autónoma de Madrid.
Los Dan son una serie de grados que se incluyen dentro del cinturón negro, y que suponen un aumento no sólo de las habilidades físicas, si no que también supone una profundización mayor en el sentido moral, filosófico y espiritual que rodea este deporte desde sus inicios. A partir de este séptimo Dan, se considera que se ha alcanzado la maestría y todo el conocimiento sobre las técnicas del Karate, pasando a otro nivel mas espiritual y filosófico.
