MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
Mireia Belmonte buscará obtener el billete para el Mundial de Barcelona en el Campeonato de España de Pontevedra, que se celebra en el Complejo Deportivo Rías do Sur desde este jueves y hasta el domingo, así como el resto de la natación española, que no quiere fallar a la cita en la Ciudad Condal del próximo 19 de julio al 4 de agosto.
Belmonte, doble plata olímpica en Londres, competirá en seis pruebas (400, 800 y 1500 libres, 200 y 400 estilos y 200 mariposa), las mismas por las que apostó en la capital británica. Aún así, aún deberá confeccionar su calendario para la cita barcelonesa, donde acude con cierta 'desventaja'.
El desacuerdo con su anterior club, el Sabadell, impidió a la catalana mantener el ritmo de competición y no regresó a los entrenamientos hasta firmar por la UCAM de Murcia tras más de cuatro meses de inactividad. Belmonte, que no se ha separado de su técnico Fred Vergnoux, volvió en febrero a las piscinas a un buen nivel.
En aquella ocasión ganó cuatro pruebas en el torneo del Sabadell, curiosamente el equipo que le había negado un nuevo contrato, y demostró una rápida readaptación. La badalonesa, la gran esperanza de la natación española, llegó a plantearse la retirada a sus 22 años, pero ahora acude a Pontevedra con más fuerza que nunca.
Además de Belmonte, la natación española femenina regresa a un escenario de enjundia con las pilas renovadas, pero con el imborrable recuerdo de Londres, donde compitieron hasta once españolas. Entre ellas, Melanie Costa que sigue con su progresión en los 200 y 400 libres. El billete parece una obligación para la balear, que busca finales mundialistas para ampliar su currículo.
También acudirán Marina García y Duane Da Rocha, quienes no sólo tratarán de obtener el pasaje, sino que además intentarán rebajar las marcas nacionales en braza y espalda, sus respectivas especialidades. Sin dejar de lado a las jovencísimas Beatriz Gómez, Cludia Dasca y Judit Ignacio, así como a las veteranas Conchi Badillo y Merche Peris.
Por último, la barcelonesa Erika Villaécija nadará en los 800 y 1.500 metros, aunque parece claro que su gran objetivo será la prueba de aguas abiertas, en la que ya compitió en Londres. La nadadora catalana tratará de guardarse la carta en el fondo, para ampliar el abanico de opciones en el próximo mes de julio, cuando tendrá el calor de su público.
RAFA MUÑOZ, A SACARSE LA ESPINA.
Por su parte, en la categoría masculina Rafa Muñoz recibirá todos los focos. El cordobés --el gran ausente en los Juegos-- ha regresado vigoroso y parece haber recuperado esa punta de velocidad que, por tan poco, le separó del sueño olímpico.
De la mano de su entrenador Roman Barnier, quien le ha llevado a entrenarse en Marsella, buscará no fallar en Barcelona, más allá del lustre que pueda dar a su palmarés en el Nacional de Pontevedra. Además del andaluz, Aschwin Wildeboer y Juanmi Rando también estarán en la cita, así como el campeón europeo júnior de 2012, Albert Puig, que revolucionó los 200 estilos.