BILBAO, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
El navegante vasco Unai Basurko no olvidará la fecha del 18 de febrero de 2007, cuando a las 20:40 hora local dejaba por la banda de babor la majestuosa isla conocida como Cabo de Hornos.
Después de tanto esfuerzo y dedicación, Basurko conseguía pasar a unas 10 millas al sur del Cabo. Debido a las duras condiciones meteorológicas y los imparables chubascos, apenas pudo ver casi nada, pero sólo el saber que ese trozo de tierra estaba ahí, le hacía saborear la victoria de haber superado otro mas de los retos de esta singladura.
Por popa quedaban 9.000 millas, recorridas durante 36 días de encarnizada lucha contra el mar y el viento por uno de los lugares más recónditos del planeta.
"Navegar en el 'Pakea' estas últimas semanas ha sido como ir montado en una noria. El hecho de pasar el Cabo supone un poco volver a nacer, volver a la vida. Esto supone haber atravesado una puerta condicionada por las inclemencias del tiempo y aunque todavía queda mucho, ya hemos dejado atrás el Cabo de Hornos", describía Basurko.
Ahora, por delante, al navegante portugalujo sólo le quedan 6.000 millas rumbo norte hasta Norfolk (EE.UU), final de la segunda etapa de la 'Velux 5 Oceans'.
