BERLIN, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El capitán de la selección francesa, Zinedine Zidane, no pudo elegir peor escenario para perder los nervios y propinar un cabezazo al italiano Materazzi y ganarse la expulsión en la prórroga de la final del Mundial, en la que había marcado un gol fantástico a los cinco minutos y se disponía a despedirse del fútbol.
El centrocampista galo lideró a los suyos durante toda la final, con el apoyo incombustible de Makelele, y estuvo a punto de tener que ser sustituido tras un fuerte golpe en el hombro al caer en un salto con Cannavaro. Pero sacó fuerzas de flaqueza y continuó.
Lástima que en el minuto 110 de encuentro y tras un enfrentamiento verbal con Materazzi, Zizou perdió el control y propinó un cabezazo en el pecho al central del Inter de Milán, que provocó una tarjeta roja que puso fin a una carrera llena de éxitos, en la que maravilló a todos los aficionados al fútbol con su virtuosismo, regates y movimientos sobre el campo.
La tristeza del 'mago de Marsella' fue tan grande que ni siquiera salió del vestuario para recoger la medalla de subcampeón. Esta era la primera derrota de Francia en una final, y Zizou no se pudo despedir ganando su segundo Mundial, pero en la memoria de todos quedarán sus dos goles a Brasil en la final de Francia 98', así como la volea de Glasgow con la que dio al Real madrid su novena Copa de Europa frente al Bayer Leverkusen.
A todos estos títulos hay que sumar una Eurocopa de Naciones (2000) en la que precisamente Francia venció a su verdugo de hoy, Italia, con un gol de oro de Trezeguet. A nivel de clubes Zidane puede presumir de haber logrado, además de la citada Champions de Glasgow, de dos copas intercontinentales, en 1996 con la 'Juve' y en 2002 con el Real Madrid.
Este amplio y exitoso palmarés se completa con dos Supercopas europeas, dos 'escudettos', una liga española, así como una Supercopa italiana y dos españolas. A título personal Zizou se llevó el Balón de oro en 1998 y tres Fifa World Player (1998, 2000 y 2003).
En cualquier caso, la despedida de Zidane del fútbol supone el adiós a uno de eso futbolistas que marcan una época, tal y como ya hicieron Di Stéfano, Pelé, Johan Cruyff o Maradona, convirtiéndose así en una nueva leyenda viva del deporte rey.
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