Paco Fernández-Ochoa y un oro para la historia

Paquito Fernández Ochoa tras conquistar el oro en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sapporo '72
Paquito Fernández Ochoa tras conquistar el oro en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sapporo '72 - COE
Publicado: domingo, 13 febrero 2022 0:59

MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

El 13 de febrero de 1972 está bordado con letras de oro en la historia del deporte español. Ese día, un español, Francisco Fernández-Ochoa, dio el mayor éxito nacional hasta el momento en los Juegos Olímpicos de Invierno, una medalla de oro que ningún otro ha podido igualar y que este domingo cumple nada más y nada menos que medio siglo.

El esquí de alta competición no se puede entender seguramente sin la figura de este madrileño, que alcanzó la gloria olímpica muy joven, con apenas 21 años y que puso a España en el panorama del deporte invernal olímpico. Han pasado 50 años desde que se coronase contra todo pronóstico en la prueba de eslalon especial de los Juegos de Sapporo de 1972 y la grandeza de su figura quedó aún más evidente cuando falleció en 2006.

'Paquito' no ha tenido aún relevo como campeón olímpico invernal y además tuvo que esperar dos décadas para que no estuviese solo en el medallero. Una espera que acabó su hermana Blanca, también en la disciplina más técnica del esquí, la que subió al podio con una medalla de bronce en Albertville 1992, el año del 'boom' olímpico en el país gracias a los Juegos de Verano de Barcelona de meses después que cambiaron en buena parte el panorama deportivo nacional.

Al mayor de ocho hermanos, su pasión por el esquí le pudo venir de su vínculo con Cercedilla, donde nació el 25 de febrero de 1956, día donde curiosamente cayó a una intensa nevada quizá a modo de presagio de lo que le aguardaba el futuro. En la localidad madrileña, donde fue agasajado y sigue muy en el pensamiento de sus vecinos, residen su museo, una avenida con su nombre y una escultura de bronce sobre base de granito de Rafael Muyor que representa su momento en el podio olímpico.

También tuvo importancia por el influjo de su tío Manolo, que le quitó el miedo animándole a tirarse por las cuestas más empinadas o a cambio le daría "dos hostias". Esa valentía la haría su seña de identidad y fue clave aquel 13 de febrero de 1972 en el monte Taine en su segunda bajada llena de riesgo en pos de la gloria olímpica.

Paco Fernández-Ochoa, que llegó a ser campeón de España en 37 ocasiones, despuntó muy pronto y ya le llegó su primera oportunidad olímpica a punto de cumplir la mayoría de la edad. Fue en la francesa Grenoble en 1968, un año antes de haber ingresado en el equipo nacional pese a no contar con un físico envidiable.

El madrileño y sus compañeros tuvieron que batallar durante esos años con la escasez de recursos que había en España, un país con poca tradición en los deportes de nieve y hielo, para competir al alto nivel en la Copa del Mundo con los mejores. Pero eso no le hizo desistir hasta que alcanzó el objetivo en unos Juegos donde nadie contaba en exceso con él y donde era la mejor baza de una delegación que completaban Conchita Puig y Aurelio García.

"Estaba muy convencido de que podía estar con los mejores si todo iba bien y que tenía un buen estado de forma y de gracia. Tanto es así, que le dije al doctor Figueras que me hiciera la entrevista antes que después no iba a poder", reconoció años después en el programa 'Escuela del deporte' de La2.

Y sus palabras premonitorias se empezaron a confirmar cuando asombró a todos con una gran primera manga donde no sólo marcó el mejor tiempo sino que aventajó en casi segundo y medio al considerado gran favorito por todos, el italiano Gustavo Thoeni. El francés Jean-Noël Augert era el que más se le había acercado, a 41 centésimas.

Ahora le tocaba aguantar la presión y los nervios en una segunda bajada para confirmar su proeza. Thoeni había reaccionado y tenía el mejor tiempo a falta del suyo y 'Paquito' no se dejó intimidar y firmó otro manga de mucha calidad para hacerse con la medalla de oro por más de un segundo. "Parece un gato en una pista de esquí", recordaba su hermana Blanca en el reportaje 'Las humildes raíces de un héroe nacional' que está en la web del COI.

"La mayor sorpresa de los Juegos de Invierno de 1972 fue la sensacional victoria de 'Paquito' Ochoa, de 21 años, quien ganó el eslalon por un segundo", reza precisamente la página del COI en su apartado dedicado a la biografía del esquiador español, al que las imágenes parecen reflejar con un rostro que mezcla la sorpresa y la emoción y encumbrado a hombros por un triunfo que a punto estuvo de no festejar porque olvidó su credencial para acudir a la ceremonia de entrega de su metal y se topó con la tradicional rigidez organizativa de los japoneses.

Su medalla de oro no sólo fue la primera de la historia del deporte olímpico invernal sino la tercera entre Juegos de Verano e Invierno, y la primera a nivel individual. Sólo la pareja de cesta punta formada por Francisco Villota y José de Amézola, cuyos rivales decidieron no presentarse, en París 1900, y José Álvarez de Bohórquez, Julio García Fernández y José Navarro Morenes, en el concurso de salto por equipos de la hípica de Amsterdam 1928, sabían lo que era un metal dorado. Fue recibido como un héroe en España y recibido por Francisco Franco.

Un bronce mundial en 1974 y su única victoria en la Copa del Mundo ese mismo año acompañaron en su palmarés internacional al esquiador madrileño que compitió en otros dos Juegos más (Innsbruck'76 y Lake Placid'80). Pese a no triunfar, su leyenda ya se había forjado y su figura era muy recordada, aunque no entrase en la lista de la Gran Cruz de la Orden del Mérito Deportivo hasta el año 2001.

Cuatro años después le fue diagnosticado un cáncer linfático que no pudo superar, aunque, una vez más demostró su coraje para afrontar la situación. "He corrido muchas carreras. Unas las he ganado y otras las he perdido, pero siempre me empleé a tope, a fondo, como estoy haciendo ahora", recalcó días antes de fallecer en uno de sus numerosos homenajes en Cercedilla.

"Era un adelantado a su tiempo, pues logró una medalla en un tiempo impensable en España. Hay que quedarse con eso. Pero la figura de Paco trasciende el resultado, era un fenómeno social y fue campeón olímpico. Ha sido un gran ganador en el deporte y en la vida", aseguró aquel fatídico 6 de noviembre de 2006 Alejandro Blanco, presidente del COE.