MADRID, 5 abr. (EDIZIONES)
Cada vez que la perrita que protagoniza esta curiosa historia ve a su compañera canina recibir una inyección real de insulina, se sienta y espera pacientemente su turno para recibir su placebo.
Danielle Stephens, de 25 años, de Jacksonville, Florida, capturó en imágenes una de las tantas veces en que su perra Penélope se sienta para recibir su inyección de insulina falsa.
El padre de Danielle visita a menudo a Zara, la otra perrita de la joven que necesita dos inyecciones de insulina al día por ser diabética.
Penélope se dio cuenta de que después de que Zara recibe la insulina, le dan una chuchería, así que, por no ser menos, decidió esperar sentada a recibir su propia inyección falsa y conseguir su ansiada golosina.