DESCONECTA, 04 Mar.
"Éramos unos cuantos en la aldea, nos apañábamos con lo puesto, teníamos un buen pastizal para los animales, agua abundante, uvas y hortalizas, caza, leña, cereal en el secano y el trigal de las estrellas para los sueños, el primero de todos con mucho tiempo por delante porque la Historia va despacio, y si entonces queríamos algo, seguramente sin sospechar una infinita tardanza, era ser una gran ciudad, de forma que todo sucedía con los pies en el suelo, por sus pasos contados. El poblado ni siquiera tenía nombre. Vivíamos casi a la intemperie bajo las faldas de Chinchilla -nunca mejor dicho- y un día llegaron los bereberes, gente ruda, y se quedaron a cenar. Es una forma de contar lo que pasó".
Así comienza la curiosa exposición de motivos de la Ley publicada en el BOE en el año 2004, para la aplicación al municipio de Albacete del régimen de organización de los municipios de gran población.
El texto, que más parece pertenecer al extracto de un libro de novela histórica del pueblo de Albacete, resulta ser una oda de motivos referente a dicho pueblo, escrita con el fin de reconocer y amparar esta capital de provincia dentro del marco de la Ley del régimen de organización de los municipios de gran población.
"(...) Y llega un tal don Juan Manuel a quien Dios tenga donde merece y la aldea tira p'alante, empezamos a ser urbanitas, aunque no todos a causa de las etapas sombrías, que los vecinos se van a por tabaco y ya no vuelven, mientras otros bajan de Chinchilla a la llanura, más que nada por fastidiar".
Esta ley consiste en la modernización de la gestión del ayuntamiento para desarrollar e impulsar la participación de los ciudadanos en la gestión de los asuntos locales.
Las ciudades y municipios que están recogidas dentro de su marco tienen que reunir una serie de requisitos de población, entre ellos: "los municipios capitales de provincia cuya población supere los 175.000 habitantes, o los municipios capitales de provincia, capitales autonómicas o sede de las instituciones autonómicas, cuando así lo decida la asamblea legislativa de la comunidad autónoma a iniciativa del respectivo ayuntamiento"; siendo éste último el caso de Albacete.
"(...) Y también Isabel II, y con ella ¡ya somos ciudad! La patrona lleva un manto suyo. Se fundan casinos, hay una fuente con agua de los Ojos de San Jorge en la Plaza Mayor, peste la que haga falta, revolución y la primera Repú- blica, el Teatro Circo y alumbrado eléctrico. Ha nacido el siglo XX".
" (...) Nadie ha luchado más en este proyecto, desde que hicimos la primera vasija, el primer indicio de laboriosidad que nos abrió, entre enormes dificultades, un camino de expansión.
Desde la que esta Ley entrara en vigor al día siguiente de su publicación en el 'Diario Oficial de Castilla-La Mancha' en el año 2004, Albacete pasó a regularse mediante la Ley de las Grandes Ciudades según lo recogido por el Título X de la Ley 7/1985, de 2 de abril.
Hoy en día, Albacete es la ciudad más grande y poblada de toda Castilla-La Mancha, con 172.472 habitantes censados en el año 2012 (según el INE), fruto del extraordinario crecimiento demográfico ocurrido a mediados del siglo XX.
