EDIZIONES, 27 Sep.
El pestillo es un buen invento que poner a las puertas si pretendes un poco de intimidad y seguridad. Al echarlo consigues que visitas inesperadas entren, evitando así situaciones vergonzosas o peligrosas. Por eso, es algo muy habitual de ver en cualquier vivienda o aseo público, por ejemplo.
El mecanismo suele ser muy sencillo. Basta con anclar el mecanismo en la puerta y hacer un agujero en el marco de la puerta con el tamaño del pasador para que esta quede cerrada con la seguridad de que nadie va a entrar. Eso si la puerta es de las que se abren de dentro a afuera o de fuera a adentro, porque si es corredera no vale. Aquí, el ejemplo:

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Si es corredera...habrá que poner otro tipo de pestillo, ¿verdad? Si es que no hay nada mejor que pensar antes de actuar. Evitará errores tontos como este.