Joao Stanganelli - INSTAGRAM/JOAOSTANGANELLI
MADRID, 18 Sep. (EDIZIONES) -
Joao Stanganelli, de 64 años, ha estado conviviendo con el vitiglio, una afección cutánea no contagiosa caracterizada por una falta de pigmentación en la piel, desde los 38 años, prácticamente, casi la mitad de su vida.
Él, mejor que nadie, sabe que, aunque la enfermedad es físicamente inofensiva, puede provocar estrés psicológico y estigma social, así como una mayor sensibilidad al sol. Por ello, un buen día decidió tejer muñecas de ganchillo con vitiglio para mejorar y restaurar la autoestima de niños que sufren la misma enfermedad.
Sus inicios con el ganchillo surgieron después de que Joao sufriera un problema cardíaco que le obligó a bajar unas revoluciones a la vida. Este cambio de hábitos, en lugar de suponer un obstáculo, se lo tomó como una oportunidad para desarrollar algo que le mantuviera su mente activa. El ganchillo se postuló como reto y terminó quedándose con Joao como pasatiempo.
Su motivación principal fue hacer muñecas para su nieta, pero, a sugerencia de su mujer, se retó a fabricar otro tipo de muñecas. Sus primeras creaciones gustaron tanto entre su círculo de amistades que los encargos comenzaron a llegar pidiendo muñecas personalizadas.
Pronto empezaron a llegar pedidos de muñecas en silla de ruedas, con implantes cocleares, con gafas, etc. Entonces, Stanganelli decidió usar Facebook e Instagram para mostrar su trabajo y gestionar los pedidos.
Su objetivo ahora es mejorar la autoestima de los más pequeños fabricando muñecos inclusivos con los que se puedan sentir identificados.
