MADRID, 23 oct. (EDIZIONES)
Kevan Chandler, de 33 años, no puede caminar debido a una atrofia muscular espinal que le obliga a desplazarse en silla de ruedas. Desde niño, cuando vivía con sus padres y sus dos hermanos en Carolina del Norte, siempre le gustó viajar y así lo hizo, pero nunca lo había hecho sin experimentar los límites de la silla de ruedas hasta que se fue de viaje por Europa con sus amigos como mochila humana.
Durante el verano de 2016, Chandler y seis de sus mejores amigos se fueron a viajar por Europa dejando la silla de ruedas atrás. Visitaron Francia, Inglaterra e Irlanda y se turnaron para llevar a Kevan en una mochila diseñada especialmente para transportarlo.
En una entrevista para la revista Forbes, Kevan explicó que para aquel viaje cada uno de sus amigos adoptó un papel concreto que terminó por especializarlos en diferentes ámbitos. Ben, por ejemplo, se encargaba del cuidado personal; Robie, la atención médica; Philip hizo las veces de transportista fuera de la mochila; y Tom tomó la delantera en "carga extrema", la mayor parte del tiempo.
Aquello les unió tanto que repitieron experiencia en 2018, pero esta vez desplazándose hasta China, donde visitaron varios centros de atención para huérfanos con discapacidades, además de la Gran Muralla.
"La parte más poderosa de toda la experiencia con los chicos fue, literalmente, poder ir a lugares a los que no podría ir. Fue enriquecedor de dos maneras: nunca lo han hecho con la mentalidad de 'este es un servicio para Kevan'. Más aún, solo fuimos un grupo de chicos en una aventura. Además, cuando haces estas cosas (gatear por una alcantarilla, escalar una montaña) sales con la mentalidad de que todo es posible. El mundo es accesible si estamos dispuestos ser creativos. Eso simplemente te libera y permite a la comunidad discapacitada tener una sensación de libertad, fortaleza y poder para hacer cualquier cosa", explicó a Usa Today en una entrevista.
Recientemente, Kevan decidió publicar un libro sobre sus aventuras, "We Carry Kevan" (Hachette Book Group, 2019) y se inspiró en su historia para crear la fundación 'We Carry Kevan', que lleva el mismo nombre, y que se esfuerza por redefinir la accesibilidad como un esfuerzo cooperativo.
