EDIZIONES, 24 Mar.
Para entender esta noticia nos tenemos que imaginar una situación de estrés en casa, muy habitual en nuestro día a día. Imaginemos: Tienes que ir a trabajar, pero antes has de levantar y vestir a tu hija para ir al colegio. Entre unas cosas y otras, sabes que vas tarde, así que te metes prisa a ti y a tu hija. Preparas todo a todo correr: la mochila, la carpeta con tus notas... Y cuando estás abriendo la nevera para coger el zumo que le gusta a tu hija para que lo beba en la comida, vas y te confundes. Pero no te das cuenta con las prisas...
Algo parecido le pasó a esta mujer australiana. Cuando fue a coger el zumo de su hija del frigorífico, se confundió y metió un envase con sorbete de vodka, porque según ella misma cuenta a Kidpsot, se parecía mucho al zumo que le gusta a su hija. Cuando la niña se dispuso a comer, los profesores se dieron cuenta de que no era precisamente una bebida que una niña de esa edad pudiera tomar, así que llamaron a la madre.
La llamada fue bien, según cuenta la madre a Kidspot: “Fueron muy amables y comprensivos conmigo y se rieron mucho. Les expliqué lo ocurrido (mi hija es inocente de todo). Me disculpé por no haber mandado más a los profesores y ellos se rieron”.
Al final todo quedó en una anécdota, y la niña, por supuesto, no bebió alcohol. Evidentemente su madre no quiso darle eso, pero así ocurrió. Esto nos recuerda lo atentos que debemos estar en cualquier momento y con cualquier cosa cuando de niños se trata.
