DESCONECTA, 04 Jun.
La historia que está conmoviendo las redes sociales estos días la protagoniza Christian McPhilamy, un niño de tan solo 8 años de edad al que no le importó aguantar burlas y desprecios durante los dos últimos años por el hecho de tener el pelo largo hasta la cintura, con tal de haber cumplido una promesa que se había hecho a sí mismo: donar su larga cabellera para los niños que sufren alopecia a causa del cáncer.
La noticia salió a la luz a raíz de que medios estadounidenses comenzaran a hacerse eco del post que Deeanna Thomas, la madre del pequeño, publicó en Facebook el pasado 21 de mayo. En él, Deeanna compartió con sus amigos y familiares la maravillosa historia de un niño que con su valentía, su disposición y su tesón consiguió conmover, primero a su madre, y después a medio mundo.
La historia comenzaba así: "Hace 2 años, mi hijo vio un anuncio sobre el Hospital de Investigación Infantil St.Jude que le cambió la vida para siempre. Por su propia cuenta, decidió investigar hasta encontrar la manera de poder ayudar. Después de 2 años en los que dejó crecer su cabello, Christian ha conseguido la meta que se propuso para poder donar más de 25 centímetros de pelo en 4 colas de caballo".
Según recogen medios como Today, en las navidades de 2012, Christian y su madre estaban compartiendo una de sus rutinas diarias de ver en una tableta todo aquello que les interese en Google. Lo que normalmente se traducía en ver vídeos de animales, Christian se interesó por una campaña de la fundación de St. Jude para donación de pelo.
El pequeño, de 6 años, enseguida escudriñó a su madre con preguntas sobre lo que significaba y cómo podía ayudar. Después de que su madre le explicara que la donación de cabello significa ayudar a pacientes con cáncer que han perdido el suyo debido a la quimioterapia, Christian quiso ayudar. Y así fue cómo, dos años después, Christian se cortaba el pelo y su historia se hacía viral.
En la misma nota de Facebook, Deeanna contó cómo de orgullosa le ha hecho sentir su hijo por seguir hasta el final, a pesar de haber sufrido muchas críticas, e incluso, bullying por parte de sus compañeros y amigos a lo largo de estos dos años.
Haber escuchado comentarios en los que se le dirigían a él como una niña o recibiendo ofertas monetarias por que se cortara el pelo, no desvió ni un milímetro a Christian de su objetivo.
Christian se ha convertido así en todo un ejemplo a seguir y en una fuente de inspiración para muchas personas.