EDIZIONES, 12 Jun.
Mandy Harvey es una joven cantante y compositora estadounidense de 29 años con un talento para la música brutal, a pesar de tener una discapacidad invisible, a priori incompatible con su profesión. A los 18 años, Mandy perdió la audición residual debido a un problema de salud.
Perder la audición dedicándose a la música -su pasión- es un golpe duro de encajar. De hecho, durante el proceso de adaptación a su nueva condición, Mandy quiso dejar la música, a la que se había estado dedicando desde que tenía cuatro años, y probar suerte con otros menestesres. Pero no duró mucho. Al cabo de un año o año y medio, la joven no pudo evitar volver a lo que le apasionaba y apostar por ello.
Fruto de esa pasión, Mandy acabó averiguando cómo continuar con su sueño: memoria muscular, sintonizadores visuales y plena confianza en su tono. Así lo hizo saber a Simon Cowell, jurado del programa de televisión America's Got Talent, al que Mandy se presentó, cuando éste le hizo preguntas relacionadas con su audición.
Lo que sucedió a continuación de estas palabras, ha dejado a medio mundo enganchado a la voz de esta mujer. Más de 130 millones de reproducciones de su actuación compartida en Facebook lo avalan.
