LUXEMBURGO, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
La inflación anual en la zona euro se mantuvo en junio en el 2,5%, según una estimación realizada por la oficina estadística de las Comunidades Europeas (Eurostat).
Por otra parte, el indicador de sentimiento económico (ESI, en sus siglas en inglés) subió de nuevo en junio tanto en la zona euro como en el conjunto de la Unión Europea hasta alcanzar su nivel más alto desde principios de 2001, según los datos difundidos hoy por la Comisión. En concreto, aumentó 0,6 puntos en la UE y 0,5 puntos en la eurozona, situándose en 108,8 y 107,2 puntos, respectivamente. En las dos áreas, la confianza ha mejorado más de 11 puntos en los últimos 12 meses.
España (-3,1 puntos) y el Reino Unido (-1,6) vivieron las mayores caídas del indicador, mientras que en Alemania y Francia disminuyó ligeramente (-0,5). En contraste, las subidas más destacadas corresponden a Polonia (4,1) e Italia (3,2).
Por sectores, la subida del indicador de sentimiento económico en la UE es el resultado sobre todo de las mejoras en el sector industrial (+1 punto) y en el comercio minorista (+4). La confianza disminuyó en el sector servicios (-1) y entre los consumidores (-1), mientras que entre los constructores se mantuvo estable. Para la zona euro se repitió el mismo patrón.
En el caso español, la mayor caída de confianza se produjo en el comercio minorista, con una reducción de 8 puntos que sigue a una bajada previa de 9 puntos en el mes anterior. El indicador también retrocedió en el sector servicios (-6 puntos) y en la industria (-1), mientras que se mantuvo estable para los consumidores y la construcción.
CLIMA EMPRESARIAL
El Ejecutivo comunitario publicó también el indicador de clima empresarial (BCI, en inglés), que tras una ligera caída en mayo reanudó su tendencia a la alza en junio, hasta situarse en 1,41 puntos. Para Bruselas, el alto nivel del BCI sugiere que el crecimiento de la producción industrial se ha acelerado durante el segundo trimestre de 2006.
El aumento de la confianza empresarial se explica sobre todo por la valoración que hacen los empresarios de la tendencia de producción observada en los últimos meses. También mejora la percepción sobre pedidos y pedidos para la exportación, mientras que disminuyen las expectativas sobre la producción en los próximos meses.
