MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los bancos españoles contaban con depósitos de los clientes por importe de 677.946 millones de euros al cierre de agosto, lo que supone un aumento del 3% en relación al saldo acumulado hasta el mismo mes de 2010 y contrasta con el estancamiento de los créditos en el mismo periodo (+0,09%), hasta 833.575 millones de euros.
Así se desprende de los datos de la Asociación Española de Banca (AEB) recogidos por Europa Press, que ponen de manifiesto la tendencia creciente de los depósitos de la clientela en manos de las entidades y la reducción del saldo crediticio de los bancos.
Concretamente, el saldo de depósitos hasta agosto de 2010 experimentó un aumento del 2,63% en tasa interanual, mientras que un año antes bajó un 1,17% en relación al saldo acumulado hasta agosto de 2008.
Por su parte, los bancos incrementaron un 0,59% el saldo crediticio hasta agosto de 2010 en relación al mismo periodo del año anterior, y doce meses antes registraban un crecimiento del 1,79% en tasa interanual.
En la actualidad, los depósitos no alcanzan la cuantía de los créditos concedidos por la banca, sino que existe una brecha de 155.629 millones de euros, lo que pone de manifiesto que las entidades han recurrido a otras formas de financiación.
Sin embargo, esta brecha, que significa que el 81% del crédito está cubierto por financiación minorista, se ha reducido progresivamente, desde el 77% de agosto de 2009, pasando por el 78% del mismo periodo de 2010.
Estos datos coinciden con la persistencia de la crisis de deuda soberana en la zona euro, que repercute directamente en el acceso de las entidades a la financiación mayorista, que han de soportar un aumento de coste de los préstamos que asumen ante la desconfianza de los inversores sobre la capacidad de España e Italia, principalmente, de afrontar sus obligaciones de pago.
En este escenario, la deuda de las entidades españolas con el Banco Central Europeo (BCE) en agosto se incrementó en relación al mes de julio en 17.865 millones de euros, lo que significa un aumento del 34%, y marcó el nivel más alto registrado en lo que va de año, al totalizar 69.918 millones.
Este importe es el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al instituto emisor europeo como consecuencia de la financiación que el organismo les ha concedido previamente.
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