El fondo de rescate de la UE sólo dedicará un máximo de 60.000 millones a recapitalización directa

Los Estados tendrán que participar en el rescate de sus bancos con problemas


BRUSELAS, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

El fondo de rescate de la Unión Europea (MEDE) sólo dedicará un máximo de 60.000 millones de euros de su dotación de 500.000 millones a la recapitalización directa de bancos con problemas, según han informado a Europa Press fuentes europeas.

Este limite -que ni siquiera llegaría a cubrir la línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros que el Eurogrupo ha aprobado para la banca española- se ha fijado para evitar que se agote rápidamente la dotación del MEDE, ya que las ayudas directas a la banca consumen mucho más capital que los fondos concedidos a los Estados.

El tope debe ser todavía confirmado por los ministros de Economía de la eurozona en la reunión que celebrarán el próximo 20 de junio en Luxemburgo, donde está previsto que se alcance un acuerdo final sobre cómo funcionará la recapitalización directa.

Además de limitar los fondos disponibles, el Eurogrupo exigirá que el Estado beneficiario contribuya también a los rescates, con el objetivo de evitar que se desentienda de los problemas de sus entidades.

Así, antes de que el MEDE inyecte dinero en un banco con problemas, la troika examinará si la entidad es viable. Si la respuesta es positiva, el sector privado o el Estado miembro beneficiario deberán aportar fondos hasta lograr el capital regulatorio mínimo de alta calidad del 4,5%. Sólo cuando se llegue a este umbral, intervendrá el fondo de rescate.

Con estas exigencias, el Eurogrupo descafeína el alcance de la recapitalización directa, cuyo objetivo era romper el vínculo entre deuda bancaria y deuda soberana.

El último punto pendiente de discusión para la reunión del 20 de junio es si la recapitalización directa tendrá carácter retroactivo y podrá aplicarse para casos como los de Irlanda o España, con el objetivo de que las ayudas a la banca que ya han recibido estos países de la UE no computen como deuda pública.

Según las fuentes consultadas, Alemania, Finlandia y Holanda siguen oponiéndose a esta retroactividad, con lo que es "muy difícil" que se acabe aceptando.

Los ministros también deberán acordar en qué momento se pone en marcha la recapitalización directa. Francia y Alemania han reclamado esperar no sólo a que empiece a funcionar el Banco Central Europeo como supervisor único, algo que ocurrirá a mediados de 2014, sino también a que se cree una autoridad única de liquidación.