Confía en que Castilla-La Mancha salga de la crisis "con mayor capital humano y físico" ya que aprovechará esta "oportunidad"
TOLEDO, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, adelantó hoy que los Presupuestos regionales para 2009, que hoy aprobará el Consejo de Gobierno, recogen un incremento del 7,9 por ciento en las partidas para inversión pública, hasta los 1.845 millones de euros, al tiempo que anunció una nueva línea de financiación para empresas de I+D+i para el mes de octubre.
Durante su intervención en el desayuno de trabajo organizado por el Foro Cinco Días en el Hotel Hilton Buenavista de Toledo, Barreda dedicó la totalidad de su discurso al análisis de la situación económica, apostando por hacer "un gran esfuerzo" ya que "los tiempos lo requieren".
Así, tras reseñar lo ocurrido en octubre de 1929 con la bancarrota en la bolsa de Nueva York, recordó que actualmente en Europa se está produciendo el "rescate de bancos" en casi todos los países, donde ha cumplido un papel protagonista el Banco Santander. Aseguró que con ello se reclama la intervención del Estado, toda vez que "ya nadie discute la crisis, sino que se duda de su alcance, profundidad y consecuencias".
En opinión del presidente regional, una vez identificada la situación, se trata de "reducir la incertidumbre", sobre todo cuando la crisis "no parece que se quede en los bancos" y los diagnósticos que se ofrecen por parte de los dirigentes no son "tranquilizadores".
Se mostró convencido de que la respuesta que pueden dar los Estados nacionales en este escenario es "limitada" ya que son "demasiados pequeños" y carecen de política monetaria propia, con que el margen de maniobra de regiones como Castilla-La Mancha es aún más "estrecho y enormemente limitado". Aún así, aseguró que su Gobierno está "apurando todas las posibilidades por pequeñas que sean" y que "vamos a desplegar nuestro paraguas de seguridad y firmeza".
Barreda consideró que la Comunidad Autónoma no está peor que otras regiones, y que incluso presenta mejores indicadores en temas como el empleo y la confianza empresarial, razón "para trabajar con más fuerza y responsabilidad", ya que "Castilla-La Mancha ha dejado atrás el subdesarrollo y nuestros problemas son iguales a los del resto, para lo bueno y para lo malo".
"ESTAMOS MEJOR PREPARADOS"
"Lo importante es que tomemos conciencia, ya que estamos mejor preparados que hace 10, 20, 30 o 40 años", afirmó el jefe del Ejecutivo regional, tras lo cual mencionó algunas de las propuestas puestas en marcha por la Junta durante el último mes como la línea de financiación para pymes, que genera 1.000 puestos de trabajo y que hará que se mantengan otros 11.000. Así, anunció que para octubre se aprobará otra línea de financiación para reforzar el tejido productivo, que se destinará a las empresas de I+D+i con préstamos a tipos de interés cero.
Con respecto al repunte de los precios, señaló que es complicado abordar esta materia desde la Comunidad Autónoma, aunque aún así se ha creado la Comisión Regional de la Competencia para controlar esta cuestión; y en referencia al sector inmobiliario, afirmó que el margen de maniobra en Castilla-La mancha es "mayor" que en otros casos, debido a los 900 millones de euros que durante el primer semestre se han licitado en obra pública.
Mediante esta medida, argumentó, se ha permitido mantener la actividad empresarial y mejorar las infraestructuras de carreteras y de obra hidráulica, una "estrategia" que contribuirá a que "cuando salgamos de la crisis, Castilla-La Mancha tendrá una acumulación de capital físico, humano y tecnológico" y la región estará "mejor preparada, con trabajadores más cualificados y jóvenes más formados".
Dicho esto, Barreda pasó a referirse a los Presupuestos regionales para el año que viene que el Gobierno autonómico aprobará hoy, y que se circunscriben en un "escenario de crecimiento" con un total de 9.400 millones, que suponen un incremento del 5,6 por ciento. De ellos, un total de 1.845 millones se destinarán a inversiones públicas, lo que supone un 4,8 del PIB regional y un aumento del 7,9 por ciento respecto a las cuentas de 2008.
También adelantó que se ha aprobado una instrucción para que toda aquella obra que se construya en Castilla-La Mancha se pueda realizar con industria de materiales de construcción procedentes de la región, como la cerámica o la madera, y recordó el Pacto por la Vivienda suscrito con todos los agentes de la Comunidad para "hacer efectivo el derecho constitucional a una vivienda".
AGILIDAD ADMINISTRATIVA
De hecho, apuntó que todos los planes de vivienda anteriores a este pacto mantienen su vigencia, manifestó su intención de impulsar la "agilidad administrativa a todos los procedimientos" y anunció que los presupuestos de 2009 recogen un incremento del 20,7 por ciento para este tipo de programas.
Asimismo, tras referirse al Plan por el Crecimiento, la Consolidación y la Calidad en el Empleo rubricado hace dos semanas, Barreda se mostró convencido de que la crisis también "puede ser una oportunidad" ya que "podemos ser capaces de convertir el riesgo en una posibilidad de desarrollo", aprovechando "la coyuntura de dificultad para salir airosos".
También dijo mantener la promesa, realizada durante su discurso de investidura, de dedicar el equivalente al 6 por ciento del PIB regional a las políticas de educación, asegurando que la dotación para 2009 de esta parida recogida en los Presupuestos crecerá un 6,8 por ciento, por encima de la media.
Insistió así en la prioridad del Gobierno regional en las partidas de gasto social, que consideró un "requisito imprescindible". Adelantó que el área de servicios sociales será la de mayor crecimiento con un 15 por ciento, y que una tercera parte del total se dedica al SESCAM, con un 7 por ciento.
Barreda aseveró que lo que legitima a la Comunidad Autónoma es la prestación de los servicios y que por tanto, un "uso inteligente" de la autonomía y de los recursos permitirá a la región dar ese salto cualitativo. Apeló al "trabajo arduo" y aseguró que "si el Gobierno se equivoca, lo haremos por acción; no nos cruzaremos de brazos a ver cómo escampa", y concluyó apostando por un "microclima de confianza recíproca" y por salir de la crisis "con el límite de los derechos de los ciudadanos".
