Economía/Agricultura.- Asaja dice que la OMC debe "dejar margen" a los países para establecer productos sensibles

Actualizado: jueves, 23 marzo 2006 19:26

MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

El vicepresidente de Asaja, Ricardo Serra, afirmó que el acuerdo alcanzado por más de 51 países en Ginebra y en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), es un "hito histórico" pues pone de relieve la necesidad de que los estados miembros puedan establecer una serie de productos sensibles o de especial protección, informó el sindicato en un comunicado.

El acuerdo, que apuesta por la autonomía de los países para garantizar una estabilidad de precios, define al sector agrario como "estratégico", de la misma forma que lo es el energético, pues es "básico" e imprescindible para "garantizar la alimentación de los pueblos y la ocupación del territorio".

Los 51 países han destacado el esfuerzo de los estados de la Unión Europea (UE) con las reformas de la Política Agraria Común (PAC), "cuyas cesiones y avances deben ser tenidas en cuenta", según Serra, que afirmó que la ronda de Doha debe centrarse en el desarrollo estable del sector, y no limitarse a permitir el acceso a los mercados, pues por si solo, ésto "no es ninguna garantía para el desarrollo".

Serra, que además de vicepresidente nacional de Asaja es vicepresidente de las cooperativas agrarias europeas (COPA), firmó hoy este acuerdo junto al responsable de COPA, el irlandés Donal Cashman, en representación de países tan diversos como Japón, Sri Lanka, Kenia, Islandia, India, Ruanda, Canadá, Tanzania o Estados Unidos, que por primera vez han alcanzado un acuerdo para garantizar el futuro de la actividad agraria.

Además, los firmantes afirmaron que el libre comercio de productos agrarios beneficia "exclusivamente a las grandes multinacionales y a unas pocas explotaciones agrícolas sobredimensionadas, como las de Brasil o Argentina, mientras que perjudica gravemente a los países más pobres". Afirmaron que los países menos desarrollados "no pueden competir con las grandes potencias agrarias, lo que supone una auténtica amenaza para su propio desarrollo".