BRUSELAS, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea aprobó hoy el plan de desarrollo rural de Valencia, al que contribuirá con 161,7 millones de euros de un total de 486 millones del presupuesto global para el mismo, lo que representa el 33% de su cuantía total.
Las prioridades del plan se centrarán aumentar la renta de los trabajadores de la agricultura y las zonas rurales de la Comunidad Valenciana, priorizar las medidas de inversión y el valor añadido de los productos agrícolas, así como fomentar políticas de gestión de agua centradas en su ahorro.
El plan de desarrollo rural de la comunidad se divide en tres ejes prioritarios. El primero de ellos, que contará con un presupuesto total de 260 millones de euros de los que Bruselas aportará 52 millones (el 20%), se centrará en aportar valor añadido a los productos agrícolas y modernizar las explotaciones agrícolas de la región.
En cambio, el segundo eje del plan financiará medidas agroambientales en la región y contribuirá a la recuperación del potencial silvícola de la misma e introducción de medidas preventivas. Este eje contará con un presupuesto total de 163 millones de euros, el 53% de ellos procedentes de fondos comunitarios (86,6 millones).
La tercera prioridad del plan, con un presupuesto que se eleva a 49 millones, 17,9 millones de ellos a cargo de las arcas comunitarias (el 36,5% del total), se centrará en renovar y desarrollar sus pueblos, además de fomentar los servicios básicos para la economía y la población rural.
Finalmente, la comunidad valenciana contará con una ayuda comunitaria de 22 millones de euros (de un presupuesto total de 61 millones) para acciones relacionadas con el programa Leader, cuyo objetivo es diversificar la economía rural mediante y mejorar la calidad de vida en las zonas rurales. A ellos hay que sumar otros 907.000 euros que Bruselas aportará para cubrir gastos de asistencia técnica de un total de 2 millones presupuestados para ello.
62% DE SUPERFICIE RURAL
La zonas rurales en la comunidad valenciana representan el 62% de su territorio, donde la Comisión Europea constata un aumento "considerable" de su densidad poblacional en los últimos diez años (172 habitantes por kilómetro cuadrado en 1996 frente a los 206 diez años después), si bien hay grandes diferencias, con muchas más personas que residen en las zonas costeras.
A pesar de que el 25% del territorio de la comunidad --ubicado en zonas áridas o semiáridas-- está afectado por la erosión, su sector agrícola tiene una productividad elevada en comparación con otras zonas de España, con 697.800 hectáreas de superficie agrícola utilizada y centrada en la exportación. El 53 por ciento de su territorio es masa forestal, el 50% de su territorio total está clasificado como zona rural menos favorecida, mientras que el 27% del territorio de la comunidad está integrado en la Red Natura 2000.
Las 142.000 explotaciones agrícolas contabilizadas son relativamente pequeñas, emplean a menos del 3% de la población y generan sólo el 2,39% del valor añadido bruto de la comunidad. Asimismo, más del 76% de las empresas agroalimentarias en la región sólo emplean a 10 personas. El Producto Interior Bruto (PIB) per cápita en la región representa el 90,8% de la media española.
