MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -
La administración concursal de Quesería Menorquina considera que la compra de la empresa por parte de trabajadores y directivos sería una "gran noticia" desde el punto de vista del mantenimiento de la actividad y de los puestos de trabajo, si bien subraya que se trata de una propuesta sobre la que deben decidir los administradores concursales de Carcesa, propietaria del 100% de la sociedad.
"Como solución, objetivamente es bueno que los trabajadores y los directivos den continuidad a la actividad" de una importante empresa para Menorca, dijeron a Europa Press en fuentes de la administración concursal de Quesería Menorquina, que remarcaron que se trata de una decisión que no le corresponde y que deberá aprobar el Juzgado de lo Mercantil de Badajoz que tramita el concurso de Carcesa.
Los trabajadores y directivos de esta empresa propiedad de la familia Ruiz-Mateos, fabricante de marcas como Tranchettes, negocian la compra de la compañía por un precio simbólico de un euro, una operación que incluye la asunción de deuda por parte de los nuevos propietarios. El pasivo se sitúa en unos 30 millones de euros.
La plantilla y el equipo directivo asumirían la condición de socios y tendrían que hacer frente al reto de dar continuidad a una empresa que, según los administradores concursales, sólo "tiene sentido y valor si sigue adelante".
Quesería Menorquina se encuentra en concurso voluntario de acreedores desde el pasado mes de abril, un procedimiento en el que la juez ha apartado de la gestión de la empresa a la familia Ruiz-Mateos. Carcesa, también propiedad de Nueva Rumasa e igualmente en suspensión de pagos, ostenta la totalidad del accionariado de la empresa balear.
