MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
Enagás se encuentra "muy satisfecha" con la decisión de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) de condonarle 29 de los 31 millones de euros de deuda correspondientes a la liquidación provisional de 2002, indicaron fuentes de la compañía.
La compañía entiende que, con la decisión del regulador, "se ha cerrado página" en un asunto por el que llevaba más de cinco años pleiteando, y confía en que los auditores dejarán de incluir la deuda impagada de 31 millones como una salvedad en sus revisiones de las cuentas anuales, como ya hicieron en 2005 y 2006. El grupo presidido por Antonio Llardén confirmó la condonación de 29 millones, adelantada hoy por 'Cinco Días', y explicó que, pese a su satisfacción, sus servicios jurídicos están analizando si presentarán alguna reclamación relacionada con los dos millones pendientes de liquidar.
Enagás recalca el carácter vinculante de la decisión de la CNE, adoptada con el apoyo de ocho consejeros y el rechazo de uno, y destaca la "comprensión" y la "eficacia" de los técnicos del organismo presidido por María Teresa Costa.
Según la compañía, los 29 millones condonados ya fueron incluidos en el cálculo del déficit de tarifa del sistema gasista de los años 2004 y 2005, de modo que esta partida ya ha quedado absorbida y los usuarios no deberán costearla, por haberlo hecho antes.
El desencuentro entre la compañía y el regulador se remonta a 2002. En aquel momento, la CNE rechazó la liquidación provisional de las cuentas de Enagás de ese año, al entender que quedaba pendiente la liquidación de 31 millones, tras lo que el gestor gasista presentó un recurso de alzada ante el Ministerio de Industria.
En julio de 2007, Industria consideró que la reclamación de la CNE había prescrito, pero el regulador retomó el análisis en virtud de su capacidad para proceder a liquidaciones, y dictaminó finalmente que, de los 31 millones, Enagás había justificado adecuadamente su negativa a pagar 29 millones.
En concreto, el regulador ha dado la razón a la compañía en dos aspectos. El primero se refiere a la falta de cobro en 2002, en pleno proceso liberalizador, de peajes al gas transportado a centrales de ciclo combinado en pruebas. Enagás argumentó que la normativa excluía en ese momento del pago de peajes a las plantas en pruebas, y que existía una laguna legal que no desarrollaba sificientemente este ámbito.
El segundo aspecto en el que los técnicos de la CNE dieron la razón al gestor se refiere a los peajes que Enagás cobró al gestor portugués de gasoductos, Transgas, por el gas recibido desde España. la cuantía de estos peajes no fue incluida por el grupo de Llardén en el ajuste contable del sistema gasista español.
Sobre este aspecto, Enagás argumentó que no había ninguna normativa que estableciera la inclusión de peajes cobrados en Portugal en la liquidación del sistema español, y sostuvo que la Administración estuvo informada en todo momento acerca de esta práctica.
