BRUSELAS, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Comisión de Pesca del Parlamento Europeo ha propuesto un sistema más estricto de supervisión de las capturas comerciales de atún rojo para erradicar la pesca ilegal y controlar unos stocks que se están agotando de manera alarmante en las aguas comunitarias. Las nuevas reglas planteadas por los eurodiputados exigen una documentación para cada etapa de la cadena de pesca que incluye el transbordo, la importación, exportación y reexportación para garantizar una trazabilidad "completa y fiable".
El proyecto de reglamento apoyado por la Comisión de Pesca traspone al derecho comunitario las reglas adoptadas por la Comisión Internacional para la Conservación de tónidos del Atlántico (CICTA), a la que pertenece la Unión Europea. El objetivo es poner fin a la pesca excesiva y mejorar el control de los stocks.
Estas nuevas disposiciones legislativas prevén la obligación de establecer un documento oficial para todos los atunes rojos que incluya los datos relativos a la captura, consignando el nombre del barco, la nacionalidad del pabellón, la cantidad pescada y el lugar y modo de captura.
Se deberá reflejar igualmente el nombre del exportador o del vendedor en el mercado interior, los transbordos --con el nombre de los buques, fechas, puertos, descripción del producto y peso-- la cría, cosecha y comercialización del atún.
En la propuesta parlamentaria se han incluido también las últimas recomendaciones de la CICTA, adoptadas en noviembre de 2009 en Brasil, que prohiben el transbordo en alta mar para evitar picarescas sobre el origen de los atunes, mayores restricciones temporales para los atunes envasados, de manera que la trazabilidad sea más fiable, e instrucciones precisas sobre los datos de las capturas.
Durante la reciente conferencia de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) celebrada en Doha, la propuesta de la Unión Europea de prohibir el comercio internacional de atún rojo no salió adelante por falta de apoyos suficientes y los eurodiputados esperan ahora que, a pesar de este traspié, unos dispositivos de control más severos permitan reforzar la vigilancia de los stocks de esta especie en las aguas de la UE.
