MADRID, 20 Mar. (EDIZIONES) -
José María Suescun es conocido por ser el fundador, presidente y principal accionista del exitoso centro estético Corporación Dermoestética. Pero también por ser la cabeza más visible de una compañía que en diciembre anunció su cierre y el despido de los más de 300 trabajadores que tiene en España y Portugal.
La compañía llegó incluso a cotizar en Bolsa durante 8 años: desde julio de 2005 hasta junio de 2013, momento en el que el empresario, que entonces era propietario de algo más del 50% de la empresa, decidió lanzar una OPA de exclusión que sacó a Corporación Dermoestética del parqué. Después de este paso, Suescun pasó a ser dueño del 91,75% de la compañía.
Para afrontar esta operación, el empresario valenciano utilizó la entidad Pabellón Paladio, una empresa que creó tres días antes de anunciar esta OPA, según el diario local Valencia Plaza.
De hecho, el objeto social de la misma era la adquisición y venta de títulos de valores de renta fija y/o variable de cualquier clase, estén o no aceptados en las Bolsas de Comercio oficialmente autorizadas, así como la compraventa, suscripción, administración y adquisición derivativa de participaciones sociales por cuenta.
Además, Suescun era propietario también de la sicav Inversiones Siena, que posteriormente convirtió en una sociedad anónima, así como de las entidades Soul Corporación y Suver Inversiones.
Diez años después de su debut en Bolsa, la compañía echa el cierre. En diciembre anunció un preconcurso de acreedores, que fue aceptado por el juez en febrero de este año. En el camino, 349 trabajadores y cerca de 1.000 afectados, entre pacientes y clientes, según asegura la Plataforma de Afectados de Corporación Dermoestética.
