LUGO, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
La declaraciones del dueño de Leche Río, Jesús Lence, en las que aseguró que las movilizaciones agrarias no responden a una bajada de precios y sí al afán de los sindicatos agrarios de "ir de fiesta", no han pasado desapercibidas para nadie del sector. Tampoco en el Ayuntamiento de Lugo, donde el portavoz socialista las ha calificado de "una falta de respeto".
Tras la junta de gobierno del ayuntamiento, Miguel Fernández ha confesado que dichas declaraciones le habían causado "estupor y rechazo". "Es una falta de respeto a los profesionales del sector lácteo que se encuentran en una situación complicada y esto no contribuye a buscar soluciones", censura.
El secretario en Galicia de Unións Agrarias (UU.AA.), Roberto García, se ha limitado a subrayar que "determinados exabruptos califican a quien los hace".
"En un momento como el actual, con el gran problema que tiene la mayor parte de los ganaderos gallegos, hacer esas declaraciones, aparte de ser un sin sentido y una falta de respeto, es un exabrupto que descalifica a la persona que los hace", ha zanjado.
Roberto García ha objetado que "ya nos tiene acostumbrados, pero en los últimos tiempos está rayando la línea de lo que es admisible y normal".
"LA XUNTA SE LO PERMITE HACER"
Por su parte, Elías Somoza, de la Federación Rural Galega, coincide en que se trata de una "falta de respeto total y absoluta a los ganaderos de leche que estamos en una situación de endeudamiento importante".
"Este empresario fue quien empezó a dejar leche sin recoger. Este señor hace estas maniobras como consecuencia de que realmente la Xunta se lo permite hacer", reprende.
Acerca de los bajos precios que negaba el empresario lucense, Roberto García insiste en que a algunos ganaderos se les paga "menos de veinte céntimos" por litro de leche.
