Visita de la delegada de Agricultura de la Junta en Granada, Carmen Lidia Reyes, segunda por la derecha en la imagen, en la que ha participado también el alcalde de Órgiva, Raúl Orellana, a la izquierda - JUNTA
ÓRGIVA (GRANADA), 15 (EUROPA PRESS)
La delegada de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta en Granada, Carmen Lidia Reyes, ha visitado en el término municipal de Órgiva la explotación cinegética El Carbonero, en el marco de la celebración del Día Internacional de las Mujeres Rurales. Durante la visita, guiada por la propietaria de esta explotación, Alicia Rodríguez, ha podido conocer de primera mano una de las de mayor prestigio en el territorio español dedicada a la cría de perdiz roja y de cabra montesa ibérica.
El Carbonero se ubica en el cortijo El Moralillo, a más de 1.000 metros de altitud, en los campos de Alcázar de Venus, localidad perteneciente al municipio de Órgiva, lo que garantiza la bravura y la gran resistencia de las patirrojas. Las aves apenas tienen contacto con los humanos, únicamente de los criadores --la propietaria y su esposo-- acceden a las instalaciones en la que se encuentran.
La explotación cuenta con capacidad máxima autorizada para 23.000 perdices (2.000 reproductoras y 21.000 aves de producción), contando con una incubadora con capacidad para 25.000 huevos al año, según ha informado la Junta en una nota de prensa tras la visita.
Según los estudios científicos, las perdices de esta granja son, "como así lo certifica la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, genéticamente puras, lo que es muy complejo en una especie en la que la hibridación en mayor o menor porcentaje, está lamentablemente, muy extendida", según Reyes.
Reyes también ha informado de que, según han concluido los análisis efectuados por la Junta de Andalucía y por la Cátedra de Recursos Cinegéticos y Piscícolas, "la explotación granadina se encuentra entre las mejores granjas de perdices rojas de España. Esto ha llevado a cazadores de diferentes puntos de España y del extranjero a elegir estas aves para recuperar las poblaciones de perdices rojas de los terrenos que gestionan".
Los huevos que producen las parejas reproductoras de El Carbonero viajan desde el año 2023 hasta el archipiélago canario y las Islas Azores, como lugares de entre los más singulares de los destinos de estas aves. Se trata de perdices destinadas para repoblar cotos de caza, no para su suelta y su caza en el transcurso de la misma temporada de su liberación, debido a su resistencia y a su capacidad reproductiva, que las distingue de otras muchas granjas de perdices, que no son capaces de criar cuando sobreviven a la temporada de su suelta.
La bravura y la nobleza de las perdices de El Carbonero las ha llevado también a ser seleccionadas por agricultores almerienses para combatir las plagas de tuta en sus invernaderos. Su capacidad de cría es tal que han llegado a "sacar polladas adelante en el interior de los plásticos", han detallado desde la Junta.
Además de la unidad productiva de perdices, que está próxima a cumplir los 20 años de andadura, recientemente, en el año 2019, iniciaron un nuevo proyecto, con una unidad productiva de cabra montés ibérica. En un recinto aledaño a la unidad productiva de las perdices, se crían machos y hembras, originarios de capturas de ejemplares silvestres, con todos los requisitos de la Consejería de Medio Ambiente, y de la posterior reproducción de estos, ya en cautividad.
La finalidad de esta unidad productiva, es también la cría en pureza de ejemplares de Cabra Montés Ibérica, para repoblación de espacios naturales, y cotos de caza. Según los datos de población activa, en Granada hay 65.300 mujeres y 174.300 hombres dedicados al sector de la agricultura.
La distribución porcentual del número de mujeres dedicadas a la agricultura es del 28,2 por ciento del total de población activa, según los datos facilitados por la Junta.
En Granada son 41.906 explotaciones las existentes en la provincia, lo que representa el 16 por ciento del total andaluz. De éstas, 11.699 están dirigidas por mujeres, cifra ha crecido en los últimos años, alcanzando un 54 por ciento en Andalucía.