Publicado 19/05/2021 12:04

Pesca.- Los productores del Cantábrico responden a las conserveras que la anchoa se explota de forma "totalmente sostenible"

Varios pescadores trabajan en la campaña de pesca de la anchoa, a 26 de abril de 2021, en el muelle de Burela, Lugo, Galicia, (España). El bocarte o anchoa de buen tamaño ha aparecido este año entre Avilés y Burela, lo que ha provocado una concentración
Varios pescadores trabajan en la campaña de pesca de la anchoa, a 26 de abril de 2021, en el muelle de Burela, Lugo, Galicia, (España). El bocarte o anchoa de buen tamaño ha aparecido este año entre Avilés y Burela, lo que ha provocado una concentración - Carlos Castro - Europa Press

SANTANDER, 19 May. (EUROPA PRESS) -

La Asociación de Organizaciones de Productores de Pesca (OPES) del Cantábrico ha salido al paso de las críticas de las conserveras sobre la gestión de la pesquería de la anchoa y ha asegurado que la explotación de esta especie se está llevando a cabo de forma "totalmente sostenible" y no puede atribuirse a ella la disminución del tamaño de las capturas.

Así lo señala en un comunicado la asociación en respuesta a las manifestaciones realizadas hace unos días por la Asociación de Fabricantes de Conservas de Pescado de Cantabria (CONSESA), que avisó de que "peligra" la supervivencia de la anchoa, debido a "vicios repetidos" en las costeras y la "mala gestión" en los calderos, y denunció que el "escaso tamaño" de la pesca desembarcada hace que "nada o prácticamente nada" sirva para la industria conservera.

Frente a ello, los productores pesqueros del Cantábrico defienden que la explotación de la anchoa se ajusta al plan de gestión elaborado por los científicos y apoyado por el Consejo Internacional de Exploración del Mar (ICES) y por la Unión Europea, que incorpora una regla para calcular el TAC (total admisible de capturas) en base a informes sobre la biomasa esperable a comienzos de cada año.

Recuerdan que en dicho plan también se acordó el establecimiento de un período de veda de tres meses al año (noviembre-febrero), el tamaño de las capturas (la talla mínima es de 12 centímetros) y que el total de las mismas no superase las 33.000 toneladas, cuando "realmente" según los últimos informes científicos y en función del estado actual del recurso, "podrían capturarse hasta 50.000 toneladas sin poner en riesgo la especie", señalan.

Además, destacan que para evitar la sobreexplotación, todos los años a propuesta del sector la Secretaría General de Pesca publica una resolución en la que se establecen los límites diarios de capturas y desembarcos durante la campaña de la anchoa.

Añaden que hasta el año 2020, se llevaban a cabo tres campañas científicas en las que se evalúa el índice de biomasa y el estado de la pesquería y, según los últimos datos, la estimación de la biomasa fue de 235.000 toneladas, es decir, la "más alta" desde 1987 y "muy por encima" de la límite, establecida para esta especie en 21.000 toneladas.

En cuanto al menor tamaño de la anchoa, la asociación explica que, según los científicos, puede deberse a los "grandes reclutamientos" que se están produciendo en los últimos años, lo que hace que la mayor parte sea "muy mayoritariamente" de un año de edad; y a las condiciones naturales que afectan a estas "altas abundancias" de juveniles, que suelen suponer que las anchoas crezcan menos.

En concreto, detalla que aunque el motivo de tal disminución "no es del todo claro", se barajan como "elementos principales", por un lado, la gran abundancia de la población de anchoa durante esta década, que puede conllevar una "gran competencia" por la alimentación de las nacidas cada año, lo que repercuta en menores crecimientos ya desde sus fases juveniles; y por otro, la temperatura "algo más elevada" en los últimos años.

"No se ha encontrado que la explotación pesquera pueda ser la inductora de estos cambios", recalcan los productores, para los que estos cambios en el tamaño medio de las anchoas capturadas "es claro que responden a ciclos biológicos naturales y/o ambientales".

Por último, recuerdan que desde el año 2015 disponen de la eco-etiqueta de MSC (Marine Stward Ship Council) y que la flota continuará comercializando sus productos con ella "al superar con éxito el más exigente proceso de auditoría pesquera.

En suma, según dicen, la flota dedicada a la pesquería de anchoa del Cantábrico ha pasado cinco años trabajando e implementando diversas condiciones de mejora que le han permitido "solventar con éxito desafíos" como mejorar la información disponible sobre capturas incidentales e interacciones con especies protegidas o el establecimiento de unos objetivos específicos de la pesquería que reconozcan explícitamente la sostenibilidad de la actividad.

Por último, la asociación emplaza a organizaciones del sector pesquero, organismos científicos, ONG y administraciones interesadas en la gestión de esta especie a mantener "cuantas reuniones sean necesarias y a trabajar conjuntamente" siempre que dispongan de propuestas que redunden en una mejor gestión sostenible de la pesquería. "El sector pesquero extractivo es el principal interesado en hacer una gestión cuidadosa y efectiva de los recursos", concluye.

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